El gobernador de Chubut volverá a la Casa de Gobierno el 10 de diciembre, tras los incendios que destruyeron el edificio en 2021. Hará anuncios y posibles cambios en su gabinete.
Era el atardecer del 16 de diciembre de 2021 cuando el calor y la clásica monotonía pueblerina de los días previos a las fiestas de fin de año se vio interrumpida por un fuego arrollador que terminó con la mitad del centro cívico de Rawson, la capital de Chubut y su emblemática plaza que había sido sometida durante meses a una restauración que estaba a punto de inaugurarse.
Fuego por aquí y por allá. Bombas molotov estallando, gomas encendidas, maderas ardiendo. Era el final de una violenta protesta antiminera minutos después que de manera inexplicable la Legislatura de Chubut aprobara sin consenso social y con una rigurosa mayoría una ley que permitía la explotación a cielo abierto en toda la provincia. Los violentos les habían ganado la batalla a una manifestación pacífica que desde temprano vio a familias enteras manifestarse por las calles de la capital en contra de cualquier proyecto que permitiera la minería en ciertas regiones de la provincia.
Se van a cumplir tres años. Unos días antes, el 10 de diciembre de este año cuando el gobernador Ignacio Torres cumpla un año en el poder, la histórica casa de la Fontana 50 será reinaugurada y Torres podrá comenzar a cumplir sus funciones donde debió hacerlo desde el primer día de su mandato.
Pero, el fuego hizo demasiado daño. La vieja casona apenas soportaba estoicamente el paso de los años. Remendada más que restaurada en algunos momentos, soportó estoicamente el segundo incendio de su historia y sólo pudieron ser recuperadas algunas partes de su edificio: el despacho del gobernador, el histórico Salón de los Constituyentes de 1857 y la denominada Sala de Situación, donde solían realizarse las reuniones de gabinete o algún que otro anuncio rimbombante del gobierno de turno.
Todo lo demás, del edificio que ocupaba una manzana de la ciudad, ya no sirve. Puertas de cien años, arabescos de cemento que exhibían pinturas diezmadas por el paso de los años pero que mostraban una arquitectura centenaria no podrán ser recuperados.
Torres aprovechará el acto del 10 de diciembre para hacer algunos anuncios relacionados con lo que vendrá en el comienzo del segundo año de su gestión. Anuncios sobre digitalización, una nueva ley de ingreso al Estado (una especie de “blindaje” a nuevas incorporaciones), la apertura de la Residencia Oficial al público (ubicada frente a la casa de gobierno, sobre Fontana, que es peatonal) y sobre todo, nuevos cambios en su gabinete será lo más fuerte de su discurso.
Hay que recordar que no solo la Casa de Gobierno quedó destruida. También otros edificios públicos. El centro cívico quedó reducido a cenizas. El hecho dejó otro dato que provocó reacciones y polémicas: hace pocas semanas, la jueza María Laura Martini aceptó la probation de cinco imputados por el incendio y no avaló la realización del juicio oral.
De esta manera y reconociendo la culpa algunos ofrecieron reparar el daño causado con horas en entidades sociales y sumas de dinero, la mayor de 250 mil pesos en cuotas. Lo que más llamó la atención fue el ofrecimiento de Lourdes Molina Leguiza imputada por daño agravado que ofreció (y la jueza aceptó) la donación de seis bolsones de fideos para entidades de bien público en el plazo de ocho meses.
La fiscal Florencia Gómez, la misma que llevará adelante el juicio por la matanza de pichones y destrucción de nidos del pingüino de Magallanes en Punta Tombo (comienza el lunes 28) ya apeló la decisión ante el Superior Tribunal de Justicia. Y desde entonces, Martini es “la jueza de los fideos”. Pese a todo, la corporación judicial salió a defenderla a capa y espada.
Chubut: la histórica casa que tropezó dos veces con el mismo fuego
El incendio de 2021 no fue el primero que soportó la casona de Fontana 50. La historia es reciente. Fue en septiembre de 1990 durante la gobernación del justicialista Néstor Perl. Un fuego iniciado en la madrugada en medio de un conflicto con el gremio ATE, comenzó a consumir parte del frente y llegó a su interior.
Nunca se supo ni el origen del siniestro ni quienes fueron sus responsables. Incluso, la dirigencia gremial de aquella época habló de un “autoatentado” del gobierno ante el conflicto salarial que no podía resolver. Este hecho marcó la caída de Néstor Perl, pergueñada por varios diputados justicialistas. Terminó su mandato un año y medio antes. Asumió quien era vicegobernador, Fernando Cosentino.
Si bien aquel incendio fue parcial recién pudo reinaugurarse 11 años después, en 2001 bajo la gobernación del radical José Luis Lizurume. Un dato no menor: su antecesor, el también radical Carlos Maestro gobernó dos períodos. Desde 1991 a 1999. Nunca pudo hacerlo desde Fontana 50.
La Casa de Gobierno atravesó por dos etapas de construcción: la primera, corresponde al sector del frente sobre la avenida Fontana; el resto del edificio, comprendido entre las calles Belgrano y Vacchina fue años más tarde. Y luego todo el espacio interior, a medida que las exigencias demandaban la construcción de nuevas oficinas y talleres. En esta segunda etapa, se edificaron los garajes, los talleres, las caballerizas, el invernadero y los depósitos. Salvo las oficinas, todo lo demás fue desapareciendo. La construcción definitiva había comenzado entre 1916 y 1917.
Fuente: Rio Negro