China exportaciones EE.UU. China dijo el martes que empezaría a prohibir la exportación de varios minerales raros a Estados Unidos, una escalada de la guerra tecnológica entre las dos mayores potencias del mundo. La medida se produce un día después de que el gobierno de Biden endureciera el acceso chino a la tecnología avanzada estadounidense.
La prohibición indica la voluntad de Pekín de participar en una guerra de la cadena de suministro bloqueando la exportación de componentes importantes utilizados para fabricar productos valiosos, como armamento y semiconductores.
El Ministerio de Comercio de China dijo que se detendrían inmediatamente las ventas a Estados Unidos de galio, germanio, antimonio y los denominados materiales superduros, por su doble uso militar y civil. La exportación de grafito también estaría sujeta a una revisión más estricta.
China ocupa un lugar central en muchas cadenas de suministro mundiales, pero en general se abstuvo de restringir sus propias exportaciones durante el primer gobierno de Trump, prefiriendo en cambio tomar medidas más limitadas, como comprar soja a Brasil en lugar de a Estados Unidos. Pero a los altos funcionarios chinos les preocupa que el presidente electo Donald Trump planee políticas más estrictas durante su próximo mandato.
Trump ha prometido imponer fuertes aranceles a los productos procedentes de China y romper aún más la relación comercial entre ambos países. La medida adoptada el martes —una de las más agresivas que ha tomado China para contrarrestar las políticas cada vez más restrictivas del gobierno estadounidense— podría presagiar más conflictos económicos con la llegada de Trump a la Casa Blanca.
China produce casi todo el suministro mundial de minerales críticos necesarios para fabricar tecnologías avanzadas como los semiconductores. Pekín ha intensificado su control sobre estos materiales en represalia por las medidas drásticas adoptadas en los dos últimos años contra las exportaciones de tecnología estadounidense a China.
El año pasado, China creó un marco jurídico para controlar las exportaciones de galio y germanio, que se utilizan en los semiconductores, y el 15 de septiembre añadió el antimonio, que se emplea en explosivos militares. En octubre, China empezó a exigir a sus exportadores de metales de tierras raras, utilizados en todo tipo de productos, desde semiconductores avanzados hasta bombas inteligentes, que revelaran, paso a paso, cómo se utilizarían los minerales en las cadenas de suministro occidentales.
Las exportaciones chinas de galio y germanio se interrumpieron brevemente hace un año, hasta que los funcionarios de Pekín idearon un sistema para aprobar dichas transacciones. Los envíos a Estados Unidos nunca se han recuperado del todo, lo que ha obligado a este país a depender más de la compra de materiales semielaborados a otros países, como Japón, que compran directamente a China.
La medida adoptada por China el martes se hizo eco de un embargo no anunciado de las exportaciones de metales de tierras raras a Japón que Pekín impuso durante dos meses en 2010, durante una disputa territorial entre ambos países. Aquel embargo provocó una gran angustia entre los fabricantes japoneses, preocupados por la disminución de los suministros, ya que China proporciona hasta el 99 por ciento de la oferta mundial de algunos metales de tierras raras.
Estados Unidos podría ser ahora algo menos vulnerable a las medidas de China de lo que lo fue Japón entonces. Muchas fábricas químicas de Estados Unidos han cerrado en las últimas décadas, por lo que el país ya compra materiales semielaborados a países que no son China.
La prohibición china de exportar minerales superduros podría provocar un especial descontento en la comunidad de seguridad nacional estadounidense. Al parecer, esa prohibición iba dirigida a las exportaciones chinas de tungsteno, vital para fabricar balas y proyectiles perforantes, dijo Oliver Friesen, director ejecutivo de Guardian Metal Resources, empresa londinense que planea extraer tungsteno en Nevada.
Establecer una nueva mina de tungsteno en Nevada llevará cerca de tres años, dijo. “Estamos avanzando con bastante rapidez”, agregó.
Cuando el gobierno de Biden amplió en septiembre los aranceles que Trump impuso en su primer mandato, añadió un arancel del 25 por ciento a las importaciones de tungsteno procedentes de China, como parte de un esfuerzo para persuadir a los usuarios de tungsteno de Estados Unidos para que buscaran proveedores más confiables en otros lugares.