Crisis en el PJ Chubut. El Congreso del Partido Justicialista (PJ) realizado este sábado en Rawson quedó envuelto en una polémica marcada por tensiones, desacuerdos y un desarrollo desordenado que derivó en la imposibilidad de conformar una mesa de conducción definitiva.
Se vivieron momentos realmente acalorados, donde congresales increparon al presidente del partido, Gustavo Fita, por no haber cumplido acuerdos que derivaron en cambios sobre la marcha para dirimir el armado de la mesa de conducción del congreso, que terminó proclamando a Armando Moyano como titular, pero sin estar en la mesa conduciendo el plenario.
El escándalo habría comenzado durante la semana, cuando en distintos Consejos de Localidad se reunieron los representantes para nombrar a los representantes que formarían parte de la mesa. Uno de los casos fue Trelew, en el cual Alejandra Vázquez había recibido mayor cantidad de votos, pero a último momento el diputado, Emanuel Coliñir, habría traccionado para que Sandra Tribuzzio y Manuel Huenuer en la mesa del congreso.
Estuvo presente Gustavo Fita, presidente del partido, quien en la previa había mantenido reuniones y conversaciones con todos los sectores para tratar de cerrar un acuerdo. La CGT del Valle y Madryn había logrado potenciar la figura de Moyano para la presidencia del organismo partidario, y que el resto de los cargos sean repartidos, sin embargo, en pleno encuentro en Rawson, denunciaron a puro grito que, «de prepo», se quiso cambiar el acuerdo.
Allí fue cuando se retiraron del recinto, y quedaron parte de los congresales, en su mayoría de Comodoro Rivadavia. Precisamente el senador y ex presidente del PJ, Carlos Linares, estuvo dentro de la sede, en el momento más caliente del plenario dialogando con Fita y el resto del grupo de Comodoro Rivadavia, y se lo vio hablar con Norberto Yauhar y con Blas Mesa Evans.
El sector sindical, encabezado por Luis Núñez, José Arenas, Sergio Cárdenas, entre otros; permaneció afuera de la sede partidaria. El mismo Armando Moyano se quedó fuera del PJ, mientras se terminaba de dirimir la mesa que lo ratificó como presidente, pero sin conducir el plenario. Moyano, elegido como presidente del Congreso, describió la jornada como “una situación rara y poco ordenada”, y abrió la puerta a una autocrítica necesaria para el futuro del PJ.
Cómo quedó la mesa
Más allá del escándalo, hubo una votación en la cual Moyano fue electo presidente del Congreso Provincial, mientras que el resto de los cargos se repartió de la siguiente manera: Miguel Villagrán, vicepresidente; Sandra Tribuzzio, secretaria; Carlos Vargas, Mariana Bayón, Tomás Montenegro y Nancy Calocerino. Suplentes: Marcela Curache, Lorena Marín, Liliana Pereyra, Diego Huircapán, Osvaldo Barra, Armando Salina y Gladys Díaz.
La falta de consenso
El objetivo inicial del Congreso era construir una lista única para la mesa de conducción, priorizando una representación federal que incluyera a referentes de las diferentes regiones de Chubut: la comarca andina, la meseta, la cordillera y las principales ciudades. Sin embargo, las negociaciones fracasaron debido a desacuerdos internos y la resistencia de algunos sectores a ceder espacios.
“Era muy difícil porque son 72 congresales, 15 departamentos y solo 7 lugares para la mesa,” explicó Moyano, quien lamentó la falta de acuerdos. Según él, algunos grupos no respetaron los entendimientos previos y priorizaron intereses sectoriales sobre los objetivos comunes del partido. Esta situación escaló en un clima de tensión, con gritos y discusiones que enturbiaron el desarrollo de la jornada.
“Lo que interpretábamos era que había que darle representación a quienes trabajaron y se pusieron de acuerdo. Sin embargo, los consensos necesarios no se tuvieron en cuenta, y eso generó este caos”, afirmó Moyano, dejando en claro que la jornada estuvo lejos de cumplir las expectativas.
Críticas cruzadas
Para Moyano, la falta de orden y de consensos genera una pérdida de confianza tanto en la militancia como en los afiliados del partido. “No demostramos que las cosas las sabemos ordenar, y eso es un golpe para la imagen del PJ,” reflexionó.
Asimismo, rechazó las críticas que lo acusaban de haber influido de manera arbitraria en la conformación de la mesa. “Lo único que hice fue resolver internamente que quería ser presidente del Congreso y buscar consensos mayoritarios dentro de mi departamento. Pero no soy responsable de que algunos sectores no respetaran los acuerdos,” aclaró.
En su análisis, Moyano remarcó que lo sucedido debe ser un aprendizaje. “Esto debe servir como enseñanza para quienes lideramos espacios políticos. Hay que aprender a ceder y a construir desde el diálogo. No se puede avanzar si cada uno se aferra a sus intereses personales,” destacó.
Descontentos
El desorden y las divisiones generaron malestar entre los sectores que no lograron posicionarse en la mesa de conducción. Representantes de Trelew y Puerto Madryn, que quedaron disconformes con el resultado del Congreso, ya analizan movilizaciones para expresar su rechazo.
“Trelew y Madryn tienen reclamos lógicos. Es necesario trabajar para garantizar que todos se sientan representados, porque de lo contrario el partido se resiente,” advirtió Moyano.
Además, enfatizó que la dirigencia provincial del PJ debe respetar las decisiones del Congreso, ya que es el órgano más importante dentro de la estructura partidaria. “Si no respetamos nuestras propias reglas, ¿qué mensaje le damos a nuestra militancia?”, cuestionó.
El futuro
El episodio ocurrido en Rawson deja al PJ en una situación delicada, en la que la unidad será clave para enfrentar los desafíos electorales de 2025. Entre las tareas pendientes, Moyano destacó la necesidad de avanzar con la reforma de la Carta Orgánica del partido, un punto que podría ayudar a evitar conflictos como los vividos.
También señaló la importancia de trabajar en una estrategia de alianzas que permita al partido recuperar protagonismo en Chubut. “No podemos permitir que nuestras diferencias internas nos distraigan de lo importante: revertir la situación social de la provincia y recuperar derechos perdidos,” afirmó.
Unidad
Moyano cerró sus declaraciones con un mensaje a la dirigencia y la militancia del PJ. “Tenemos que dejar de lado las peleas internas y enfocarnos en construir desde la unidad. Este episodio fue vergonzoso, pero puede ser un punto de partida para reflexionar y corregir el rumbo,” concluyó.
Con las heridas del Congreso aún abiertas, el Partido Justicialista enfrenta el desafío de sanar sus divisiones internas y fortalecer su liderazgo en un contexto donde la cohesión y el trabajo en equipo serán fundamentales para lograr resultados positivos en los próximos años.