El hábito infantil de Gates. Nuestros hábitos y costumbres durante la infancia, suelen marcar y tener consecuencias en el futuro, por ejemplo, si desde pequeño ha practicado deporte es bastante más probable que cuando llegues a edad adulta seas más propenso a seguir practicándolo.
Esto se puede aplicar en prácticamente cualquier área que nos imaginemos, y tal y como explica Bill Gates, cofundador de Microsoft, una de las costumbres que tenía de pequeño ha sido una de las claves y principales motivos por el que ha llegado a ser millonario.
Como él mismo señala desde su blog, este hábito le permitió llegar hasta los más alto, pero por desgracia, reflexiona que si volviera a nacer, no está seguro si lo tendría, y la gran culpable de ello es la tecnología. Gates señala a los teléfonos móviles y las redes sociales como los responsables de ello, y como explica por culpa de ellas las personas están constantemente distrayéndose por las notificaciones y constantes estímulos que estos mandan, según publicó elEconomista.
Como explica en su infancia se perdía «en libros o ideas, a menudo durante horas sin interrupción», asegurando que la habilidad de aprovechar su tiempo libre para la introspección y el aprendizaje profundo se volvió esencial en su forma de ser. Sin embargo, señala que las nuevas generaciones están sufriendo los costes de crecer tan digitalizados y constantemente conectados a la red, ya que hoy es mucho más probable ver a un niño pegado a una pantalla que a un libro.
Gates llegó a esta reflexión tras leer el libro La concentración ininterrumpida de Jonathan Haidt, que reflexiona sobre cómo mejorar nuestra capacidad de concentración en un mundo lleno de distracciones por culpa de la tecnología. Lo que invita a pensar en cómo los teléfonos móviles han provocado que un hábito como es la lectura, que no solo entretiene sino que también educa e invita a reflexionar sobre cualquier aspecto de la vida, esté desapareciendo y sobre todo, sea casi un espejismo entre los más pequeños.
No hay que olvidar que, no podemos cargar contra estas nuevas generaciones por ello, ya que si como padres somos los primeros en coger el móvil cuando nos llega un WhatsApp y ya nos distraemos con él, ¿qué queremos que hagan nuestros hijos?