Biodiversidad y turismo Chubut. La Reserva de Biósfera Patagonia Azul y el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA), junto al Área Natural Protegida (ANP) Cabo Dos Bahías, han sentado un precedente en la protección de estos ecosistemas. Según la Subsecretaria de Conservación y Áreas Protegidas de Chubut, Nadia Bravo, «las áreas protegidas constituyen una estrategia fundamental para el desarrollo sostenible del territorio porque, si bien el principal propósito es la conservación a largo plazo de la diversidad biológica y cultural, son espacios que proporcionan bienes y servicios ecosistémicos esenciales para la sociedad y la vida en general».
Entre estos beneficios, Bravo destaca que «colaboran con la regulación del clima, brindan el marco ideal para la investigación científica, la educación y la capacitación ambiental, y permiten el desarrollo de actividades turísticas y recreativas responsables que habilitan el desarrollo social y económico local y regional».
El potencial de una protección efectiva
Cabo Dos Bahías es un ejemplo tangible de cómo la conservación puede integrarse con la actividad local. Su pingüinera y lobería atraen a turistas de todas partes, que llegan a la región para maravillarse con la fauna silvestre en su entorno natural. Este flujo de visitantes genera un movimiento constante en la localidad de Camarones, donde los viajeros buscan alojamiento, disfrutan de la gastronomía local y descubren otros atractivos de la zona. En este sentido, la protección de este entorno fortalece el desarrollo sostenido de la comunidad.
Pero Cabo Dos Bahías no se encuentra aislado. Esta área natural protegida provincial es abrazada por la Reserva de la Biósfera Patagonia Azul y muy cercana a ella se encuentra el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral. Estos tres niveles de conservación representan, sin lugar a duda, una oportunidad para que el turismo se fortalezca y se posicione como un sector socioeconómico que promueve la conservación e impulsa el desarrollo sostenible.
De acuerdo con Bravo, el ANP Cabo Dos Bahías «fue una de las primeras áreas naturales protegidas de la provincia. Creada inicialmente en 1973 como Reserva Natural Turística, en 1983 fue recategorizada como Reserva Natural Turística de Objetivo Integral, publicó El Chubut. En sus 160 hectáreas protegidas busca preservar porciones de tierra y mar junto con su flora y fauna, y a la vez proporcionar un espacio recreativo y educativo para quien lo visita». En el año 2009, Cabo Dos Bahías fue integrada al Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral y en 2015 pasó a ser zona núcleo de la Reserva de Biósfera Patagonia Azul.
Rol clave
En un contexto global complejo, donde se vive una triple crisis identificada por la alteración del clima, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación, que amenazan el bienestar y la supervivencia de millones de personas en todo el mundo, resulta clave alentar la conservación de los recursos naturales en convivencia con usos productivos sostenibles.
Las áreas protegidas cumplen un rol clave en la preservación de los ecosistemas y pueden también convertirse en motores de desarrollo local. Experiencias en otras partes del mundo han demostrado que la gestión eficiente de espacios naturales puede generar un equilibrio entre conservación y crecimiento sostenible.
En Chubut, las áreas protegidas constituyen una estrategia fundamental para la conservación a largo plazo de la diversidad biológica y cultural. Además, como menciona Bravo, «proporcionan valores culturales, emocionales y espirituales obtenidos de las relaciones del ser humano con los ecosistemas y constituyen escenarios de integración de la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible».
En el corredor costero marino, fortalecer la protección de sus paisajes y especies permitiría ampliar los beneficios que ya se observan en sitios como Cabo Dos Bahías. El desafío está en consolidar un modelo de conservación que integre a la comunidad, garantizando que la biodiversidad se mantenga en buen estado mientras se generan oportunidades reales para quienes habitan la región.
El valor de preservar
La protección de los ecosistemas costeros de Chubut tiene un impacto directo en su biodiversidad y en la comunidad. La experiencia de Cabo Dos Bahías demuestra que, cuando se gestiona de manera adecuada, las áreas protegidas pueden atraer turismo y generar oportunidades para las localidades cercanas.
Por último, Bravo destaca que «poner en valor el sistema provincial de áreas protegidas va de la mano de una política pública que el gobierno de Chubut tiene como eje de desarrollo, no solo desde la conservación de los recursos, sino también como desarrollo turístico sostenible, permitiendo potenciar toda la ruta provincial N° 1, involucrando al sector privado, propietarios de campos y el Estado en todos sus estamentos».