El Gobierno británico ha endurecido las reglas relativas a la obtención de la ciudadanía al denegarla a los migrantes que entren en el Reino Unido de manera ilegal, como es el caso de los que cruzan en botes el Canal de la Mancha, reveló ‘Free Movement’, un grupo que facilita asesoramiento sobre inmigración.
Las nuevas directrices, que se aplican desde el pasado día 10, establecen que toda persona que haya entrado en el Reino Unido de forma irregular tras haber realizado un viaje peligroso, como puede ser en un bote inflable o escondido en un vehículo, le será denegada la ciudadanía independientemente del tiempo transcurrido en el país.
En este sentido, el Ministerio del Interior ha indicado que las medidas dejan claro las medidas sobre solicitud de la ciudadanía británica.
Sin embargo, algunos diputados laboristas han condenado el cambio, por considerar que implicará que los migrantes seguirán siendo ciudadanos de segunda clase para siempre.
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Los cambios están contenidos en las directrices que deben seguir los empleados de inmigración encargados de visados, señala EFE.
El grupo ‘Free Movement’ afirma en su página web tiene como objetivo facilitar información clara sobre las medidas que afectan a los migrantes, sus familias y sus abogados debido a que las leyes en materia de inmigración en el Reino Unido se han vuelto muy complejas.
«Cualquier persona que solicite la ciudadanía a partir del 10 de febrero de 2025, que haya entrado previamente al Reino Unido de forma ilegal, normalmente será rechazada, independientemente del tiempo transcurrido desde que se produjo la entrada ilegal», señala el documento con las guías para el personal de inmigración.
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«Un viaje peligroso incluye, entre otros, viajar en una embarcación pequeña o escondido en un vehículo u otro medio de transporte», agrega el documento.
Anteriormente, los refugiados que habían llegado por rutas irregulares tenían que esperar diez años antes de ser considerados para concederles la ciudadanía.
El pasado lunes, el ministerio de Interior informó de que casi 4.000 migrantes fueron detenidos en el Reino Unido desde julio de 2024, cuando el laborismo llegó al poder, como parte del objetivo del Gobierno de combatir la inmigración ilegal.
Los arrestos tuvieron lugar en salones de manicura, lavaderos de coches y restaurantes.