Hurones atacan gallinas en Chubut. Una invasión inesperada de hurones generó alarma en San Antonio Oeste y Las Grutas. Los animales atacaron corrales, mataron gallinas y alteraron la rutina en zonas rurales. La aparición fue repentina y desató preocupación en los barrios más afectados.
Vecinos describieron escenas caóticas dentro de sus propios patios. Los hurones rompieron alambrados, entraron a los gallineros y atacaron a las aves sin freno. Varios de los ejemplares mostraron un tamaño fuera de lo común.
“Nunca había visto un hurón en el pueblo. De repente aparecieron y empezaron a matar gallinas”, contó Adrián, vecino del lugar. Encontró varios dentro de su gallinero. Solo pudo atrapar uno. Los demás escaparon.
“Algunos eran enormes, el doble que un gato”, dijo. El relato se repitió entre vecinos del barrio Cruz del Sur. Las noches se volvieron inquietantes. Los dueños de corrales duermen con miedo.
El municipio confirmó al menos tres capturas en Las Grutas. También reforzó las tareas de monitoreo junto con Fauna Provincial. Las autoridades intentan frenar el avance de los animales en zonas residenciales.
Desde la dirección de Ambiente pidieron no atraparlos de forma individual. Advirtieron que los hurones pueden transmitir enfermedades y provocar lesiones si se los manipula sin experiencia.
“Están fuera de control. No sabemos de dónde salieron. Pero están por todos lados”, afirmó un criador de pollos. Su testimonio refleja el desconcierto en los barrios del oeste.
Los vecinos creen que los hurones llegaron por canales o zonas de matorrales. La zona rural de San Antonio tiene vegetación baja y varios cauces que conectan con sectores más poblados.
Los ataques no ocurrieron en una sola chacra. En los últimos días hubo al menos siete reportes de gallinas muertas en diferentes barrios. Los relatos coinciden en la violencia de los ataques.
En algunos casos, los hurones no comieron los animales. Solo mataron y huyeron. Esto llamó la atención de los vecinos, que asociaron el comportamiento con “instinto salvaje” o con una posible sobrepoblación.
El municipio ya coordinó con Fauna Provincial un operativo de captura. Se usarán jaulas trampa y sensores de movimiento para detectar la presencia nocturna de los animales. Las tareas comenzaron esta semana.
En paralelo, las autoridades recordaron que su captura está prohibida por ley. También la tenencia, transporte y comercialización. El hurón figura en la lista de especies exóticas invasoras.
Las multas por su manipulación ilegal pueden superar los 300 mil pesos. El dato fue confirmado por la secretaría de Ambiente local. La advertencia busca desalentar la caza por parte de vecinos.
El operativo apunta a reubicar los ejemplares en áreas seguras. Se trata de zonas naturales sin actividad humana directa. No se descarta su traslado a reservas faunísticas de la provincia.
La aparición masiva de hurones no tiene antecedentes recientes. Algunos recuerdan situaciones similares hace más de 20 años, pero nunca con esta frecuencia ni nivel de daño.
Veterinarios locales recomendaron reforzar cerramientos en gallineros. También evitar dejar restos de comida al aire libre. Los hurones tienen gran capacidad para detectar alimento a distancia.
Los criadores pequeños son los más afectados por la situación. En la mayoría de los casos, las gallinas forman parte de la economía familiar. Las pérdidas no son menores.
Una vecina contó que perdió más de 20 gallinas en una sola noche. El ataque ocurrió en su patio trasero. Solo encontró plumas y rastros de sangre al día siguiente.
Otra vecina compartió fotos de un hurón capturado. El animal tenía pelaje oscuro y cuerpo alargado. Estaba vivo al momento de ser atrapado, pero no lograron contenerlo, publicó #LA17.
Las imágenes circularon en redes sociales. También se difundieron audios con alertas entre vecinos. La comunidad intenta organizarse, pero sin una estrategia clara ni medios adecuados.
El municipio difundió un número para reportar casos. También pidió que no se compartan imágenes con ubicación. El objetivo es evitar que los animales sean perseguidos por personas sin formación.
La fauna urbana suele adaptarse con rapidez a entornos modificados. En este caso, los hurones encontraron comida fácil y refugio en sectores poco iluminados.
Especialistas alertaron sobre los riesgos de subestimar el problema. Si no se actúa rápido, el número de ejemplares puede crecer. La reproducción de esta especie puede ser explosiva.
Los hurones tienen camadas numerosas. Una sola hembra puede parir hasta ocho crías en una temporada. El dato encendió las alarmas entre los equipos técnicos.
La situación ocurre en plena temporada baja en Las Grutas. Por ahora no se registraron ataques en zonas turísticas. Pero el problema puede escalar si no se controla a tiempo.
Las autoridades avanzan en un protocolo específico. Buscarán articular esfuerzos entre municipio, provincia y Nación. También convocarán a técnicos de conservación y salud animal.
La comunidad pide respuestas más rápidas. Los corrales dañados y las pérdidas económicas generan enojo. Muchos exigen una presencia más firme del Estado en los barrios afectados.
La problemática vuelve a poner en discusión el manejo de especies exóticas. También revela debilidades en los sistemas de control y monitoreo. El territorio necesita mayor presencia institucional.
Por ahora, el miedo y la incertidumbre dominan la escena. Las Grutas y San Antonio Oeste enfrentan un conflicto inesperado. La solución no llegará sin acción coordinada.
“No queremos matarlos. Pero tampoco queremos perder todo”, dijo una vecina. Su frase resume el clima actual. La urgencia se impone. Los hurones ya no son una rareza. Son una amenaza real.