La Municipalidad capitalina recuerda que todas las obras particulares deben exhibir, en un lugar visible, un código QR con los datos del permiso municipal, a fin de facilitar el control, la fiscalización y el acceso a la información.
Toda construcción particular, ya sea nueva de ampliación o remodelación, debe contar con un permiso municipal otorgado por expediente. Este número tradicionalmente figuraba en carteles visibles en el frente de la obra.
Ahora, gracias a este sistema digital, los titulares del permiso pueden ingresar los datos del trámite en la página web municipal y generar un código QR que debe colocarse en un lugar visible en la obra.
“Este código puede ser escaneado por los inspectores municipales con un teléfono celular, lo que les permite acceder al instante a toda la información del proyecto autorizado”, explicó el secretario de Planificación y Desarrollo Urbano, Pablo Villalobos.
“Es una forma concreta de simplificar el trabajo de los equipos técnicos y, al mismo tiempo, mejorar la accesibilidad a la información para todos los vecinos”, agregó Villalobos.
Además de optimizar el control de obras, la iniciativa apunta a ordenar la gestión interna y brindar mayor comodidad a los contribuyentes. “El código QR es una herramienta que mejora el trabajo interno y fortalece la transparencia en la gestión de trámites”, concluyó.
Desde el Municipio se recuerda que la colocación del QR es obligatoria y su omisión puede derivar en sanciones disciplinarias para los profesionales responsables.