En este rincón del mundo están prohibidas las mascotas para evitar que traigan enfermedades infecciosas. ¿Por qué es tan particular este sitio?
¿Te imaginas vivir en un lugar donde te obliguen a extirparte el apéndice, aunque nunca hayas tenido problemas con él? Eso es exactamente lo que sucede en Villa Las Estrellas, un pueblo chileno en pleno corazón de la Antártida, tan misterioso como único. De acuerdo con Canal 26.
Villa Las Estrellas, el lugar de la Antártida donde solo se puede vivir sin apéndice
Quienes deciden vivir por un período prolongado en Villa Las Estrellas deben someterse a una apendicectomía preventiva. ¿La razón? El hospital más cercano con capacidad quirúrgica está a más de 1.000 kilómetros de distancia, más allá de la isla King George, cruzando el gélido Océano Austral.
En la base hay pocos profesionales de la salud, pero ninguno con formación en cirugía. Las instalaciones médicas son limitadas, por lo que cualquier emergencia, como una apendicitis, requiere una evacuación aérea hacia un centro hospitalario con recursos para atender ese tipo de urgencias.
Por esta razón, cualquier persona que planee mudarse al campamento debe someterse a rigurosos exámenes médicos, que incluyen la extracción del apéndice en mayores de seis años y diversas evaluaciones psicológicas.
El objetivo principal es reducir al mínimo la necesidad de evacuaciones de emergencia, ya que, aunque Villa Las Estrellas cuenta con una pista de aterrizaje, las extremas condiciones climáticas pueden impedir un despegue inmediato en caso de urgencia médica.
Además, como si fuera poco, las autoridades prohibieron la presencia de perros, ya que podrían ser portadores de enfermedades infecciosas. De esta forma, Villa Las Estrellas impone normas muy estrictas para sus habitantes, en su mayoría científicos y personal militar, que a menudo viven acompañados de sus familias.
La vida en Villa Las Estrellas
Aunque en este pequeño pueblo chileno viven alrededor de 100 personas, la mayoría son científicos y personal de la Fuerza Aérea o la Armada de Chile que rotan periódicamente. Sin embargo, aquellos que permanecen por períodos más prolongados suelen estar acompañados por sus familias. Por eso, Villa Las Estrellas cuenta con una escuela pequeña, una oficina de correos, un banco y otros servicios básicos que permiten mantener cierta normalidad en un entorno extremo.
La localidad fue fundada oficialmente el 9 de abril de 1984 y hoy es uno de los pocos asentamientos antárticos con presencia militar permanente. De hecho, junto con el Fortín Sargento Cabral de la Base Esperanza (Argentina), es el único sitio en el continente donde hay efectivos militares en funciones de manera continua.
Villa Las Estrellas está compuesta por 20 módulos, de los cuales 14 son viviendas de aproximadamente 100 metros cuadrados. Allí residen científicos, técnicos, personal especializado y familias de funcionarios de la Fuerza Aérea de Chile. Los módulos restantes están destinados al alojamiento de familiares o visitantes temporarios.
En cuanto al turismo, este remoto poblado también tiene un rol destacado: alberga la base Teniente Marsh, utilizada por algunas empresas para organizar vuelos directos desde Punta Arenas. Durante el invierno, la actividad turística se reduce casi por completo debido a las temperaturas extremas y las condiciones climáticas adversas.