El uso de celulares, tablets y consolas se ha vuelto parte del día a día de niños y adolescentes.
Sin embargo, detrás de muchas aplicaciones populares se esconden riesgos invisibles para los adultos: desde el grooming hasta la exposición de datos sensibles. Informes como el Kids & Families Cyber Risk, elaborado por BTR Consulting, advierten que los controles parentales integrados en las plataformas no alcanzan para proteger a los menores si no hay acompañamiento familiar.
Según C5N, el verdadero peligro no está en las apps en sí, sino en el uso que los chicos hacen de ellas sin supervisión. La mayoría de las plataformas establece un mínimo de 13 años para registrarse, pero en la práctica hay cuentas activas de niños de apenas 6 u 8 años.
Cuentas paralelas y exposición sin filtros
Muchos menores crean perfiles alternativos que los adultos desconocen, lo que dificulta aún más el control. Compartir información personal, interactuar con desconocidos, acceder a contenido inapropiado o sufrir acoso virtual son situaciones que pueden presentarse a diario. La falta de seguimiento y diálogo en casa potencia la vulnerabilidad.
Los especialistas en ciberseguridad insisten en que no se trata de prohibir, sino de educar y acompañar. La tecnología puede ser una herramienta poderosa, pero sin orientación adulta, también puede convertirse en una amenaza.
Las 10 apps que más preocupan a los expertos
Estas son las plataformas que generan mayor alerta cuando son utilizadas por menores de edad:
- Instagram: permite contacto directo con desconocidos y acceso a contenido sensible.
- Snapchat: favorece el envío de imágenes íntimas que pueden ser capturadas sin consentimiento.
- AskFM: fomenta el anonimato y suele ser escenario de ciberacoso.
- Whisper: muestra la ubicación aproximada del usuario, aumentando la exposición.
- Tinder: habilita registros desde los 13 años y usa geolocalización para vincular usuarios.
- Omegle: permite chats aleatorios sin registro, muy asociado al grooming.
- Blendr: app de citas que no verifica la edad de los usuarios.
- Periscope/Twitter Live: transmisiones en vivo con escasos filtros de seguridad.
- Houseparty: videollamadas con fallas en la protección de datos.
- TikTok: altamente adictiva, con desafíos virales que pueden ser peligrosos.
La tecnología forma parte de la vida cotidiana de niños y adolescentes, pero solo el acompañamiento adulto puede reducir los riesgos. La supervisión activa, el diálogo permanente y la educación digital en casa son herramientas fundamentales para evitar situaciones de vulnerabilidad.