Los chatbots como ChatGPT, Gemini o Grok revolucionaron la forma en que millones de usuarios resuelven problemas, crean contenidos y generan ideas.
Sin embargo, la eficacia de esas respuestas depende en gran medida de cómo se formulan las instrucciones. En el mundo de la inteligencia artificial generativa, esas órdenes se conocen como prompts, y existen métodos para lograr que sean más efectivos.
Un prompt es la instrucción que se le da a la inteligencia artificial para que entienda qué debe hacer. Puede ir desde algo simple, como pedir una receta de pan casero, hasta solicitudes complejas con contexto, estilo y formato definidos. Según TN, cuanto más claro y preciso sea el pedido, más acertada será la respuesta.
Técnica ROCKET: la guía paso a paso
El especialista Franco Dumont popularizó la técnica ROCKET, un método pensado para no dejar afuera ningún detalle importante en la redacción de un prompt. Cada letra del acrónimo representa un elemento clave:
- R – Rol: asignar un papel específico a la IA (ejemplo: “sos un fotógrafo profesional”).
- O – Objetivo: definir la tarea concreta (ejemplo: “escribí un artículo de 800 palabras sobre energías renovables”).
- C – Contexto: agregar información extra (ejemplo: “la marca apunta a jóvenes de grandes ciudades”).
- K – Knowledge Limits: aclarar lo que no quieres (ejemplo: “no uses frases hechas”).
- E – Expression Style: indicar tono y estilo (formal, coloquial, humorístico, etc.).
- T – Type of Output: definir el formato final (lista, artículo, guion, presentación, etc.).
De esta forma, un pedido improvisado se transforma en una instrucción precisa que la IA puede seguir al detalle.
Técnica ROCEF: un marco alternativo
Antes de que ROCKET ganara popularidad, existía ROCEF, otro esquema con cinco pasos esenciales:
- R – Rol: establecer quién es la IA.
- O – Objetivo: señalar el resultado esperado.
- C – Contexto: brindar información adicional para la situación.
- E – Ejemplos: incluir modelos de referencia que sirvan como guía.
- F – Formato y estilo: definir la presentación final, desde un PDF hasta un texto para redes sociales.
La diferencia principal con ROCKET es la inclusión de ejemplos. Mostrar un modelo concreto ayuda a la IA a imitar estilos y entregar resultados más cercanos a lo que se busca.
Beneficios de aplicar estas técnicas
Tanto ROCKET como ROCEF se apoyan en la misma premisa: cuanto más estructurada y detallada sea la instrucción, mejores serán las respuestas. Al aplicarlas, los usuarios pueden:
- Reducir el margen de error.
- Evitar respuestas genéricas o poco útiles.
- Ahorrar tiempo, ya que la IA entiende de entrada qué rol asumir y en qué formato entregar el resultado.
Además, no se limitan a chatbots de texto: también sirven para inteligencia artificial que produce imágenes, audios o videos. Incluso se pueden combinar ambos métodos, sumando rol, objetivos, ejemplos y límites en un solo prompt para lograr resultados aún más precisos.
En definitiva, escribir los mejores prompts no es cuestión de azar, sino de estrategia. Si se aplican técnicas como ROCKET o ROCEF, la interacción con la inteligencia artificial se vuelve más clara, eficiente y productiva, logrando que la tecnología entregue exactamente lo que el usuario necesita.