Las altas temperaturas que golpean Portugal desde hace una semana provocaron 264 muertes adicionales, según informó la Dirección General de Salud (DGS).
Muertes por ola de calor en Portugal. La cifra representa un aumento del 21,2 % respecto a lo previsto para el período y afecta sobre todo a mayores de 75 años, especialmente en la zona norte del país. Según informa: #La17
“Las altas temperaturas del aire generalmente se asocian con períodos de mortalidad superiores a los niveles esperados para la época del año”, advirtió la DGS en un comunicado oficial. El informe apunta a la ola de calor como factor determinante en este incremento y señala que la vulnerabilidad de los adultos mayores resulta central para entender la gravedad del fenómeno.
El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) confirmó que el episodio de calor se mantendrá durante los próximos días, con temperaturas que podrían superar los 40 grados en varias regiones del continente. Se espera que el pico térmico ocurra durante el fin de semana, lo que obligará a sostener medidas de prevención y alerta en todo el país.
Las autoridades sanitarias reforzaron las recomendaciones habituales para reducir los efectos del calor extremo. Entre ellas, se destaca la importancia de la hidratación frecuente, evitar la exposición solar entre las 11 y las 17 horas, y prestar atención a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Los servicios de salud portugueses continúan monitoreando el impacto en hospitales y centros de atención, mientras se multiplican los llamados a la precaución. También se advierte sobre la posibilidad de cortes de luz localizados debido al aumento de consumo energético.
Esta no es la primera vez que el país experimenta una ola de calor con consecuencias fatales. En julio de 2022, un episodio similar provocó más de mil muertes en menos de dos semanas. El patrón se repite con frecuencia creciente y genera preocupación entre especialistas en salud y cambio climático.
Las proyecciones meteorológicas no dan respiro: las temperaturas mínimas seguirán elevadas, lo que impide que el cuerpo se recupere durante la noche. Esto agrava el riesgo de deshidratación y estrés térmico, sobre todo en viviendas sin aislamiento adecuado.
Frente a este panorama, el gobierno portugués evalúa ampliar el período de alerta y establecer nuevas restricciones para reducir riesgos. También se estudia reforzar las líneas de asistencia a personas en situación de vulnerabilidad.