El piloto argentino Franco Colapinto trasciende los resultados en la pista. Su actitud y rendimiento frente a Pierre Gasly lo posicionan como un activo clave para Alpine de cara a 2026.
La estadística fría del 19º puesto en Azerbaiyán no refleja la realidad de Colapinto. En un Alpine que lucha en la parte baja de la grilla, el valor del piloto se mide en otros aspectos. Tras un accidente en clasificación, los mecánicos trabajaron hasta la madrugada para reparar su monoplaza. La presencia de Franco junto al equipo, apoyando y agradeciendo, fue un gesto que consolidó el respeto que ya se había ganado. Su capacidad de liderazgo natural brilla en los momentos difíciles.
En paridad con un experimentado compañero
El mayor termómetro de su progreso es la comparación con su compañero de equipo, Pierre Gasly. Piloto con experiencia, victoria y podios en su historial. Sin embargo, Colapinto le ha igualado e incluso superado en las últimas clasificaciones. Los datos de la telemetría en carrera muestran ritmos similares, a pesar de que Franco afrontó su debut en Imola en clara desventaja, sin pruebas previas. La evolución es innegable y ha puesto en evidencia al francés.
El futuro se decide en noviembre
Flavio Briatore, hombre fuerte de Alpine, ya adelantó que la definición sobre la titularidad para 2026 llegará en noviembre. Colapinto compite contra el piloto de reserva Paul Aron, quien aún no tiene experiencia en Grandes Premios. Los méritos del argentino, sumados a la confianza que ha construido dentro del equipo, son argumentos sólidos. Su filosofía lo define: «Prefiero chocar yendo rápido, que ser lento y no chocar». Esa ambición y talento puro son lo que Alpine necesita para resurgir.
Cada carrera acerca a Franco Colapinto a la continuidad que su talento merece. Su presente en la F1 es prometedor. Información extraída del medio Infobae.