Dos tratados internacionales entraron en vigor con el objetivo de limitar los subsidios pesqueros y proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales.
En el borde del Mar Argentino, la llamada “Milla 201” se convirtió en uno de los puntos críticos de la pesca mundial. Allí operan de manera intensiva grandes flotas subsidiadas, principalmente de China, con casi 3.000 buques.
El calamar illex, clave en la cadena alimentaria y responsable del 20% de las exportaciones pesqueras argentinas, es uno de los recursos más amenazados. La presión sobre esta especie impacta no solo en la economía nacional, sino también en la estabilidad del ecosistema marino.
El acuerdo de la OMC sobre subsidios a la pesca
Uno de los avances más importantes es el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la OMC, que limita las ayudas estatales a las flotas que operan en aguas lejanas. La medida apunta especialmente a embarcaciones que pescan en zonas no reguladas, ilegales o sobre especies sobreexplotadas.
En este contexto, la Argentina deberá presentar pruebas científicas que demuestren la sobreexplotación del calamar illex, con el fin de fortalecer las restricciones y proteger sus recursos estratégicos.
Tratado de Alta Mar: conservación más allá de fronteras
El Tratado Internacional de Alta Mar (BBNJ), que alcanzó las 60 ratificaciones necesarias, entrará en vigor en enero de 2026. Este acuerdo promueve la creación de áreas marinas protegidas, evaluaciones de impacto ambiental y distribución equitativa de beneficios genéticos marinos.
“Es un logro colectivo que demandó años de trabajo y un hito para la gobernanza global de los océanos”, destacó Milko Schvartzman, del Programa de Océanos del CPA.
Informe internacional alerta sobre prácticas abusivas
La Environmental Justice Foundation (EJF) publicó el informe Luces brillantes, prospectos sombríos, en el que denuncia que buques extranjeros —en su mayoría chinos— utilizan potentes luces para atraer cardúmenes de calamar y han incrementado en un 65% el esfuerzo pesquero en los últimos cinco años.
El documento también expone abusos laborales y advierte sobre el riesgo de colapso en la región FAO 41 del Atlántico Sudoccidental, señalando la falta de un marco regional sólido de gestión.
Los dos acuerdos marcan un cambio de rumbo en la gestión internacional de los océanos. Para la Argentina, representan una oportunidad clave de defender sus recursos y garantizar la sostenibilidad de la pesca. La información fue difundida originalmente por LA17.