La Secretaría de Energía puso en marcha un programa inédito que busca reducir la presión sobre el sistema eléctrico durante los momentos de mayor consumo. La medida, publicada en el Boletín Oficial mediante la resolución 379, propone que grandes usuarios industriales y comerciales limiten su demanda en los días de temperaturas extremas a cambio de una remuneración en dólares.
La iniciativa, llamada “Programa de gestión de demanda de energía”, apunta a tres segmentos de usuarios: los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), que consumen más de 1 MW; los Grandes Usuarios Menores (GUME), con un rango entre 30 kW y 2 MW; y los Grandes Usuarios de las Distribuidoras (GUDIS), con consumos mayores a 300 kW conectados a redes de distribución.
Según estimaciones del sector, el gobierno espera contar con unos 500 MW liberados por parte de las industrias. Ese volumen equivale a lo que demandan cientos de miles de hogares en momentos de máxima exigencia del sistema, lo que permitiría amortiguar el riesgo de cortes en los meses críticos.
El esquema establece que las empresas que se adhieran recibirán un cargo fijo de 1.000 dólares por megavatio por mes sólo por comprometerse a reducir su consumo. A ello se suma un pago variable de hasta 350 dólares por megavatio-hora efectivamente liberado y un incentivo adicional de 2.000 dólares por megavatio si cumplen en tiempo y forma.
El programa también contempla sanciones para quienes no respeten el acuerdo. La penalización prevista alcanza los 3.000 dólares por megavatio en caso de incumplimiento, lo que busca garantizar la seriedad de las ofertas y asegurar que Cammesa, la administradora del mercado mayorista, pueda contar con la energía liberada.
La vigencia del plan abarca los meses de mayor estrés para el sistema: diciembre, enero, febrero y marzo en verano, y junio, julio y agosto en invierno. La reducción de potencia podrá aplicarse hasta en 14 días al año y por un máximo de 5 horas diarias, siempre en jornadas hábiles con picos de demanda.
Desde la cartera energética remarcaron la lógica de la medida. “El análisis de la operación eléctrica muestra que en 2024 apenas 35 horas anuales concentraron el 10% de la demanda”, señalaron en un comunicado. Según la evaluación oficial, este tipo de concentración justifica la necesidad de contar con herramientas flexibles que permitan evitar sobredimensionar la infraestructura para todo el año.
El nuevo esquema reemplaza y amplía lo previsto en la resolución 294 de 2024, que ofrecía incentivos más limitados y sólo remuneraba a los usuarios si eran convocados a reducir su consumo. Con este cambio, las industrias obtendrán ingresos fijos sólo por adherirse, lo que podría aumentar el nivel de participación en comparación con la experiencia anterior.