El elevado costo de medicamentos innovadores y su impacto en el sistema de salud argentino generó un debate clave en la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica.
Expertos cuestionaron la falta de evidencia sólida, los problemas en la prescripción y las desigualdades en el acceso judicial, además de proponer soluciones para un sistema más justo y sostenible.
Medicamentos innovadores y costos exorbitantes: casos emblemáticos
Durante la jornada, la especialista Natalia Messina detalló casos internacionales representativos como el Lenmeldy, terapia génica con un valor de 4,25 millones de dólares en EE.UU., y el Vyjudek, cuyo costo supera los 20 millones de euros por paciente. El Instituto Leloir calificó estos fármacos como “el fruto dorado del avance científico” pero también una “amenaza para la sustentabilidad de los sistemas de salud”.
Messina, ex directora de Medicamentos Especiales y de Alto Precio en el Ministerio de Salud, aclaró que en Argentina la discusión está en pañales: “Los denominamos de alto precio y no de alto costo, porque conocemos los precios de mercado, pero no los costos de producción.”
Dificultades para medir beneficios y desigualdades en el acceso
Uno de los principales dilemas es la falta de evidencia robusta sobre los beneficios reales de estos medicamentos. Messina explicó: “Hay mucha expectativa, pero generalmente poca evidencia científica y ausencia de protocolos claros.” Además, señaló que la inexistencia de historia clínica electrónica y registros completos dificulta la evaluación de resultados en nuestro país.
La especialista también alertó sobre las inequidades que surgen cuando el acceso a estos tratamientos se obtiene vía judicial. “No lo recibe quien más se puede beneficiar, sino quien puede costear un abogado”, advirtió. Otro punto importante es que la mayoría de estas terapias no revierten las enfermedades, sino que mejoran parcialmente algunos síntomas.
Impacto económico y propuestas para un sistema sostenible
El alto desembolso para pocos pacientes implica resignar recursos que podrían destinarse a terapias con evidencia sólida y más accesibles, remarcó Messina. También criticó la negociación desigual con grandes laboratorios internacionales y destacó la necesidad urgente de una agencia nacional de evaluación de tecnologías sanitarias.
“Hace falta un organismo que pueda determinar qué medicamentos realmente funcionan y en qué subgrupos de pacientes,” señaló. Entre las soluciones propuestas se incluyen compras conjuntas, acuerdos de riesgo compartido y producción pública de medicamentos para proteger tanto a los pacientes como al sistema sanitario.
Actualmente, la demora en la creación de la Agencia Nacional de Evaluación y Financiamiento de Tecnologías Sanitarias mantiene abierto un debate que involucra intereses médicos, económicos y políticos.
El debate sobre los medicamentos de alto precio en Argentina pone en evidencia la complejidad de equilibrar innovación científica, costos y acceso equitativo. Las propuestas buscan un sistema de salud sostenible que proteja a pacientes y recursos públicos. La información fue extraída del medio según La17.