Un misil balístico ruso impactó en la sede del gobierno de Kiev durante el ataque masivo del domingo, confirmaron las autoridades ucranianas.
El hecho marca un nuevo nivel de agresión contra infraestructura estatal clave en medio de la guerra.
Andrii Yermak, jefe de la administración presidencial, confirmó que por primera vez un misil balístico Iskander golpeó directamente el edificio del gobierno en Kiev. “El enemigo atacó el edificio gubernamental con un misil balístico”, escribió en X.
Según La Nación, la embajadora de la Unión Europea en Ucrania, Katarina Mathernova, visitó el lugar y describió el impacto como un “agujero enorme”, aunque aclaró que el edificio no fue destruido por completo porque el proyectil no detonó totalmente.
Dimensiones del daño y víctimas
De acuerdo con Andrii Danyk, jefe del servicio de Situaciones de Emergencia, el ataque afectó entre 800 y 900 metros cuadrados de la sede gubernamental. El bombardeo fue parte de la mayor ofensiva combinada de drones y misiles lanzada por Rusia desde febrero de 2022.
El impacto dejó muertos y heridos en diferentes regiones del país, lo que llevó al gobierno de Volodímir Zelenski a solicitar a sus aliados nuevas sanciones contra Moscú. El presidente estadounidense, Donald Trump, se pronunció a favor de aplicar medidas adicionales.
Escalada del conflicto y riesgos estratégicos
Según Radio3 los analistas advierten que el uso de misiles Iskander eleva el nivel de amenaza, ya que son armas de alta precisión capaces de atacar objetivos estratégicos a cientos de kilómetros.
La ofensiva genera gran preocupación sobre la seguridad de funcionarios ucranianos y la continuidad administrativa en plena guerra. La comunidad internacional sigue con atención los acontecimientos mientras Kiev refuerza la protección de sus edificios estatales.
Un giro preocupante en la guerra
El ataque contra la sede gubernamental de Kiev marca un punto de inflexión en la escalada del conflicto. La estrategia rusa de golpear infraestructura clave aumenta la incertidumbre sobre el curso de la guerra y refuerza la presión internacional para encontrar una salida diplomática.