La Municipalidad de Esquel dará inicio a un programa de reparación y puesta en valor de las casas tuteladas, un recurso para la atención de adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad. La iniciativa, que se implementará durante el transcurso del año, busca garantizar condiciones de vida digna a quienes habitan estas viviendas sociales.
El anuncio fue realizado por Juan Ripa, secretario de Espacios Públicos y Gestión Ambiental, y Marcelina Angiorama, subsecretaria de Gobierno, quienes detallaron los alcances y objetivos del programa.
Relevamiento y priorización de necesidades
«Las casas tuteladas son un recurso fundamental del municipio para adultos mayores y personas con discapacidad», explicó Ripa. «Tenemos 11 viviendas en la ciudad y el objetivo es intervenirlas de forma integral, más allá de las urgencias que se venían atendiendo individualmente».
El programa contempla un relevamiento inicial para detectar las necesidades específicas de cada vivienda. Entre los principales problemas identificados se encuentran fallas en la red de agua, conexiones de gas, baños en mal estado y la falta de elementos de accesibilidad.
“Cada casa presenta necesidades distintas. Por eso, el trabajo comenzará por aquellas en peores condiciones y se irá avanzando de forma paulatina. La meta es completar las obras antes de fin de año”, señaló Ripa.
Las tareas estarán a cargo, en principio, del personal municipal, aunque no se descarta contratar empresas externas si surgen trabajos que excedan las capacidades operativas del equipo local. Ya se manejan antecedentes similares, como las obras en la Escuela Experimental 2005 y el centro comunitario CICAL, donde se recurrió a proveedores del Estado.
Reubicación temporal y seguimiento post-obra
Uno de los desafíos del programa es la reubicación temporal de los habitantes, en los casos en que las obras impidan la permanencia en la vivienda. Según explicó Angiorama, se está trabajando con las direcciones de Tercera Edad e Inclusión para organizar traslados, mudanzas temporales y, en algunos casos, evaluar alternativas como el alquiler de propiedades o el acompañamiento de familiares.
“Todas las casas están habitadas. Algunas reparaciones se podrán hacer con los residentes presentes, pero otras no. En esos casos, deberemos ser previsores y garantizar una reubicación adecuada y segura», detalló Angiorama.
El programa será financiado con recursos municipales, aunque se encuentra abierto a la posibilidad de gestionar fondos provinciales o nacionales si surgieran líneas de apoyo compatibles. No se cuenta aún con un presupuesto estimado, ya que el monto final dependerá del relevamiento técnico.
Ambos funcionarios coincidieron en que el trabajo no debe limitarse a una intervención puntual. Una vez finalizadas las obras, el municipio reforzará las tareas de mantenimiento preventivo para evitar que las viviendas vuelvan a deteriorarse.
“Este esfuerzo tiene que sostenerse en el tiempo. No se trata solo de refaccionar, sino de garantizar un mantenimiento continuo que preserve la calidad de vida de las personas que allí viven”, recalcó Angiorama.
Actualmente, las casas tuteladas albergan a adultos mayores y personas con discapacidad, muchos de ellos acompañados también por instituciones como el hospital local y organizaciones sociales como Cáritas. Cada caso está incluido en programas de asistencia municipal que contemplan el seguimiento integral de sus necesidades.