Productores exigen derogación de la Resolución 460 y advierten riesgo sanitario.
La apertura al ingreso de carne con hueso en la Patagonia generó fuerte malestar entre los ruralistas. La negativa de SENASA a revertir la Resolución 460 profundiza la grieta con los productores, quienes alertan sobre riesgos sanitarios y económicos.
Frustración en la reunión con SENASA
En la sede de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en Buenos Aires, los ruralistas de la Patagonia se reunieron con la presidenta del SENASA, Beatriz Giraudo, con expectativas de lograr un cambio en la política sanitaria. Sin embargo, Giraudo fue categórica: no habrá marcha atrás con la Resolución 460, que permite el ingreso de carne con hueso a la región sur del país, según la información de La 17.
“Salimos a las puteadas”, reconoció uno de los productores al dejar la sala, reflejando el nivel de malestar. La funcionaria también rechazó suspender la medida por dos años hasta consolidar un plan nacional que lleve a Argentina al estatus de país libre de aftosa sin vacunación y no ofreció definiciones respecto a la resolución judicial de Tierra del Fuego que ordena restituir la barrera sanitaria por 30 días.
Productores denuncian irregularidades y riesgos sanitarios
Los representantes de Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén y Tierra del Fuego emitieron un comunicado lapidario: “Solicitamos nuevamente la derogación de la Resolución 460. La presidenta fue clara y nos comunicó que no se derogará”.
Además, advirtieron sobre ingreso de carne sin cumplir las normas, lo que consideran un peligro para la sanidad patagónica. El temor central es que la apertura debilite un estatus sanitario logrado con décadas de esfuerzo y que permite diferenciar la carne patagónica en mercados internacionales.
Promesas internacionales y escepticismo local
Giraudo indicó que en veinte días se conocerán los resultados de la auditoría del SAG de Chile, que serían “favorables para la Patagonia”, aunque los ruralistas respondieron con ironía: “Los patagónicos tenemos dudas que sea así”. También se confirmó la llegada de una misión de la Unión Europea en octubre o noviembre para inspeccionar el sistema sanitario, un hecho que genera más preocupación que expectativas en la región.
Unidad de los ruralistas patagónicos
El malestar fue transversal: estuvieron presentes Lucila Apolinaire y Jorge de las Carreras (Tierra del Fuego), Osvaldo Luján y Andrés Fajardo (Chubut), Enrique Jamieson y César Guatti (Santa Cruz), Nora y Daniel Lavayen junto a Luis Sacco (Río Negro) y Cecilia De Larminat (Neuquén), acompañados por el presidente de CRA, Carlos Castagnani. Todos coincidieron: la respuesta oficial fue un baldazo de agua fría.
“Esto es una entrega de la Patagonia, nos están metiendo carne con hueso sin control y encima nos piden que lo aceptemos callados”, se escuchó al cierre de la reunión.
Reclamo político y económico por el estatus sanitario
La defensa del estatus sanitario ya no se limita a argumentos técnicos; se transformó en un reclamo político y económico. Los ruralistas dejaron claro que darán pelea en todos los ámbitos posibles para frenar lo que consideran una amenaza directa a la sanidad y al futuro productivo de la región.