En el Día de la Madre, la celebración contrasta con una cruda realidad: el embarazo y parto en Argentina están marcados por profundas desigualdades territoriales.
Mientras algunas regiones registran índices de mortalidad materna similares a países desarrollados, otras provincias mantienen cifras que reflejan emergencias sanitarias no resueltas.
La Desigualdad Territorial en Cifras Concretas
Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, la tasa de mortalidad materna nacional es de 4,1 muertes por cada 10.000 nacidos vivos. Sin embargo, esta cifra esconde profundas disparidades. Las provincias del norte, como Corrientes y Formosa, presentan los índices más altos, mientras que la Ciudad de Buenos Aires y la Patagonia registran las tasas más bajas. Esta brecha geográfica evidencia las desigualdades persistentes en el acceso a una atención sanitaria de calidad.
El Impacto de la Pandemia y las Deudas Pendientes
Los especialistas advierten que, pese a mejoras progresivas en algunas jurisdicciones, la pandemia dejó secuelas profundas en la salud materna. Las brechas estructurales del sistema se ampliaron durante la emergencia sanitaria, generando una deuda pendiente en materia de equidad. La mortalidad perinatal, que ronda los 11 casos por cada mil nacimientos, representa otro indicador crítico que requiere atención urgente y políticas focalizadas.
Los Pilares para una Maternidad Segura y Humanizada
El control prenatal continuo y la atención profesional durante el parto se mantienen como pilares fundamentales para reducir riesgos. Si bien los avances tecnológicos, la vacunación materna y los programas de atención primaria han mejorado la cobertura, los expertos insisten en que el seguimiento personalizado y el acompañamiento respetuoso siguen siendo la clave. La humanización del parto no es solo un concepto, sino una práctica que salva vidas y dignifica el proceso.
Más allá de las cifras, cada maternidad representa un viaje único de amor y resistencia. En este Día de la Madre, reconocer el valor del embarazo y parto implica también exigir políticas públicas que garanticen igualdad de atención en todo el territorio nacional, porque donde una mujer da vida no debería determinar el riesgo que corre al hacerlo. Información extraída del medio La17.