Cada 11 de octubre el país rinde homenaje a su clásico más dulce, el dulce de leche argentino, declarado Patrimonio Cultural Alimentario y símbolo de identidad nacional.
El Día Mundial del Dulce de Leche se celebra cada 11 de octubre en Argentina, fecha dedicada a uno de los productos más representativos de la cultura gastronómica nacional. Este manjar, presente en innumerables postres, tartas, helados y desayunos, fue declarado Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Nación en 2002, consolidando su valor histórico y su arraigo en el paladar argentino.
La conmemoración fue instituida en 1998 por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines, con el fin de destacar su importancia en la identidad popular y fortalecer su promoción en el mercado internacional. De acuerdo con datos del Ministerio de Economía de la Nación, el consumo anual de dulce de leche en Argentina alcanza los 2,2 kilos per cápita, mientras que en 2023 la producción nacional superó las 103.800 toneladas, exportándose a 23 países, entre ellos Brasil, Chile y Estados Unidos.
Un clásico con historia y sabor argentino
El origen del dulce de leche se remonta al siglo XVI, influenciado por las tradiciones culinarias traídas por inmigrantes españoles y portugueses. Sin embargo, una de las versiones más difundidas sitúa su creación el 11 de octubre de 1829, en la estancia La Caledonia de Cañuelas, durante un encuentro entre Juan Manuel de Rosas y Juan Lavalle. Según la leyenda, una cocinera olvidó revolver una mezcla de leche y azúcar en el fuego, dando origen al característico color y textura del dulce de leche.
No obstante, existe una disputa histórica con Uruguay respecto a su autoría. Registros del convento Santa Clara en Montevideo indican que las monjas elaboraban una receta similar ya en el siglo XVIII. Para poner fin a la controversia, en 2003 ambos países acordaron reconocer el dulce de leche como patrimonio compartido, valorando su papel como ícono cultural del Río de la Plata.
Más que un postre: un símbolo de identidad nacional
El dulce de leche no solo representa un producto culinario, sino también un símbolo de la tradición, la creatividad y la historia argentina. Su sabor acompaña generaciones y forma parte de la vida cotidiana, desde meriendas familiares hasta la alta repostería.
Con su versatilidad, se convirtió en uno de los productos argentinos más exportados y apreciados en el mundo. Actualmente, su consumo se extiende más allá de las fronteras nacionales, siendo un elemento de orgullo y una forma de llevar el sabor argentino a otros países. Como destaca Radio 3 Cadena Patagonia, la celebración de esta fecha busca reafirmar la identidad gastronómica del país y promover el desarrollo de las economías regionales que producen el dulce de leche artesanal e industrial.
El Día Mundial del Dulce de Leche no solo celebra un sabor, sino una historia que une tradición, orgullo e identidad. Un clásico argentino que sigue conquistando paladares en todo el mundo.




