La frágil tregua entre Israel y Hamás enfrenta su momento más crítico tras la polémica entrega de restos humanos por parte del grupo palestino.
Ministros israelíes de ultraderecha exigen castigos severos después de que los forenses identificaran que los restos correspondían a un rehén ya devuelto y enterrado, no a uno de los 13 cuerpos que permanecen en Gaza.
El Engaño que Provocó la Crisis
Según confirmó el Instituto Nacional Forense israelí, los restos entregados anoche por Hamás no pertenecen a ninguno de los 13 rehenes fallecidos que aún permanecen en Gaza, sino a uno ya devuelto anteriormente y que había sido enterrado en Israel. Este hecho, reportado originalmente por el medio DW, desató la inmediata reacción de los ministros de Seguridad Nacional y Finanzas, Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, quienes calificaron el acto como «reiteradas violaciones» al acuerdo de alto al fuego.
Las Exigencias de la Ultraderecha Israelí
Voces Moderadas y la Compleja Realidad en Gaza
Frente a estos llamados bélicos, el líder de la oposición Yair Lapid adoptó una postura más cauta, afirmando que el hecho «no justifica la reanudación de los combates a gran escala». Mientras tanto, Hamás alega que enfrenta dificultades para localizar los cuerpos entre los escombros que cubren Gaza. En este contexto, Netanyahu autorizó la entrada de un equipo técnico egipcio y personal de la Cruz Roja para apoyar en las labores de búsqueda, siendo Egipto el único país al que Israel permite colaborar en esta sensible misión.
La tensión generada por este incidente amenaza con descarrilar las negociaciones para una segunda fase del plan de paz, que contempla el desarme de Hamás y el inicio de la reconstrucción de Gaza, mientras las familias de los rehenes aún esperan el retorno de sus seres queridos. Información extraída del medio DW.




