El ingeniero Jorge Zavatti advirtió que la administración del río Chubut necesita un enfoque más eficiente y coordinado entre los distintos sectores.
En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, el secretario de la Fundación Ideas de Meseta analizó la variabilidad del caudal y aseguró que el consumo urbano representa una porción mínima del total.
“El río Chubut tiene un régimen de caudal muy variable, con temporadas de 70 metros cúbicos por segundo y otras de apenas 30, incluso con mínimos históricos de 4 metros cúbicos”, explicó Zavatti. Según dijo, esa oscilación obliga a una gestión más precisa por parte del Instituto Provincial del Agua y del Comité de Cuenca, los organismos responsables de la gobernanza del recurso.
El especialista señaló que el consumo de Puerto Madryn, incluso en los meses de mayor demanda, “representa entre el 3 y el 10 por ciento del caudal disponible”, lo que descarta que el uso doméstico afecte la sustentabilidad del río. “El consumo humano no compromete el recurso hídrico; el problema está en otros usos menos eficientes”, subrayó.
Zavatti recordó que existe un estudio conjunto del CENPAT, el INTA y las universidades del Chubut y de la Patagonia que analiza los distintos usos del agua. “Ese trabajo marca con claridad cómo se articulan intereses como la generación eléctrica, el riego agrícola y el consumo urbano. La prioridad debe ser armonizar esos usos”, indicó.
En ese punto, el ingeniero advirtió que el sistema de riego del valle inferior “arrastra décadas de atraso tecnológico” y provoca un fuerte desperdicio de agua. “Abrir los canales de riego con métodos antiguos provoca vaciamiento del río, sobre todo cuando el caudal es bajo. Se necesita modernizar los sistemas con aspersión o goteo”, sostuvo.
Durante la entrevista, también se refirió a la responsabilidad compartida entre el Estado y el sector privado para mejorar la eficiencia. “Los productores deben invertir en su propia sustentabilidad. Ganar con el recurso y no reinvertir es hipotecar el futuro. Hay tecnologías disponibles que permiten ahorrar agua y energía”, planteó.
Respecto de los pronósticos, Zavatti fue prudente. Explicó que “el caudal promedio del invierno fue de nueve metros cúbicos por segundo, muy cerca del mínimo histórico registrado”, y consideró que los próximos meses exigirán medidas preventivas. “Habrá que estar atentos; los años duros seguirán repitiéndose”, señaló.
Aun así, el ingeniero recomendó no interpretar sus datos como un llamado al alarmismo. “El agua potable de Madryn tiene un costo energético alto, por eso no debe derrocharse. Pero tampoco hay riesgo de quedarse sin recurso si se usa con racionalidad”, aclaró.
Finalmente, Zavatti dejó un consejo práctico a los oyentes: “Cada familia que pueda debería tener una cisterna de unos dos mil litros. Permite transitar los cortes sin complicaciones y asegura una reserva de hasta una semana si se usa con cuidado.” La recomendación apunta a reducir la presión sobre el sistema durante las contingencias.