El Gobierno argentino enfrenta una instancia decisiva en la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York por el juicio de YPF.
Allí se comenzará a definir el futuro del fallo que condenó al país a pagar más de 16 mil millones de dólares por la expropiación de la petrolera durante el kirchnerismo.
Una audiencia con impacto económico y político
La audiencia que se celebra este miércoles podría marcar un punto de inflexión para la economía argentina. Los abogados del Estado nacional, junto con los representantes de YPF y del fondo demandante Burford Capital, expondrán sus argumentos ante los jueces José Cabranes, Denny Chin y Beth Robinson.
La estrategia del Gobierno apunta a revertir o reducir el fallo emitido por la jueza Loretta Preska, quien consideró que la Argentina actuó de forma irregular en la expropiación de YPF. Según fuentes del Ministerio de Economía, “el objetivo es demostrar que la decisión fue excesiva e injustificada, y que el país actuó dentro de sus facultades soberanas”.
Además, se busca impedir que Burford Capital intente quedarse con acciones de YPF como forma de compensación.
Expectativas y tiempos judiciales
La composición del tribunal, integrado por magistrados designados por gobiernos demócratas, generó cierto optimismo en el entorno oficial, que confía en una mirada “más equilibrada” del caso. Sin embargo, desde Cancillería advirtieron que se trata de “una audiencia crucial, pero no definitiva”.
Los jueces podrían tardar varios meses en emitir su veredicto. De acuerdo con las estimaciones más realistas, la resolución podría conocerse recién en los primeros meses de 2026.
Por su parte, el fondo Burford Capital advirtió que el proceso podría extenderse incluso hasta 2027, y no descarta la posibilidad de una negociación. “Como todo litigio, conlleva riesgos significativos e imprevisibles hasta su resolución final, incluyendo el riesgo de pérdida total”, expresaron desde la firma.
Posibles escenarios y repercusiones
En caso de que la Cámara confirme la sentencia, el Gobierno argentino anticipó que llevará el caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos. Aunque no se descarta un acuerdo extrajudicial, las diferencias entre las partes aún parecen amplias.
El abogado internacional Sebastián Soler recordó que el juez Cabranes ya intervino en litigios sensibles para la Argentina, como los conflictos con los fondos buitre tras el default de 2001, un antecedente que agrega complejidad al proceso actual.
De acuerdo con especialistas en derecho financiero, este juicio podría marcar un antes y un después en la relación entre la soberanía económica y la responsabilidad internacional de los Estados. “El resultado del caso YPF puede redefinir los límites entre ambas esferas”, advirtió un experto consultado por este medio.
Según Radio3, la audiencia en Nueva York será seguida de cerca por el mercado y por los principales actores del sistema financiero internacional, atentos a las posibles consecuencias sobre las finanzas del país y el futuro de la petrolera estatal.
Más allá del resultado inmediato, el juicio por YPF se convirtió en un símbolo de las tensiones entre política, economía y justicia internacional. Argentina se juega no solo una cifra millonaria, sino también la defensa de su soberanía económica frente al poder de los tribunales extranjeros.




