La caída de Boca Juniors frente a Belgrano en Córdoba encendió las alarmas en el club de La Ribera.
Más allá del resultado, lo que más preocupa al cuerpo técnico de Diego Martínez es la situación disciplinaria de Leandro Paredes, quien quedó a una amarilla de la suspensión justo antes del superclásico contra River Plate.
El encuentro, marcado por decisiones polémicas del árbitro Pablo Dóvalo, dejó un fuerte malestar en el plantel. Según Radio3, el cuerpo técnico cuestionó la falta de criterio en el cobro del penal para Belgrano y en la tarjeta mostrada al capitán. “Nos vamos con bronca porque sentimos que las decisiones no fueron parejas”, expresó un integrante del equipo técnico tras el partido.
Polémica por el arbitraje y enojo en el vestuario
La jugada que desató la controversia ocurrió en un contragolpe del “Pirata”, cuando Paredes rozó levemente a Lucas Passerini. Dóvalo, inicialmente de espaldas a la acción, dejó seguir, pero luego decidió amonestar al mediocampista. En Boca interpretaron esa acción como una decisión excesiva y fuera de contexto.
Esa amarilla dejó a Paredes con cuatro tarjetas acumuladas, lo que lo pone al borde de la suspensión en un momento clave del torneo. Boca deberá enfrentar a Barracas Central, Estudiantes de La Plata y, finalmente, a River en la Bombonera.
“Sabemos que Leandro es clave y tiene que jugar con cabeza fría, porque lo necesitamos en todos los partidos que quedan”, afirmaron desde el cuerpo técnico.
Estrategia y tensión antes del superclásico
En condiciones normales, el mediocampista podría forzar la quinta amarilla ante Barracas para cumplir la sanción antes del clásico, pero la necesidad de puntos complica esa maniobra. Boca necesita ganar para mantener sus chances de clasificación a la Copa Libertadores, y no puede prescindir de su capitán en ninguno de los próximos compromisos.
“El torneo está muy parejo y cada fecha vale oro. No podemos darnos el lujo de perder a un jugador como Paredes”, reconocieron en el vestuario xeneize.
Di Lollo también deberá cuidarse
La preocupación no se limita al mediocampista. Lautaro Di Lollo, una de las revelaciones del equipo, también llegó a su cuarta amarilla en la reciente derrota ante Defensa y Justicia. El defensor es una pieza clave en la zaga central, aunque cuenta con un reemplazante natural: Nicolás Figal.
Desde el cuerpo técnico, encabezado por Claudio Úbeda, aseguran que el juvenil “juega al límite, pero muestra mucha madurez para manejarlo”. El objetivo es mantener la solidez defensiva hasta el final del torneo.
Un cierre de campeonato cargado de presión
Con la clasificación a la Libertadores en juego, Boca deberá equilibrar la urgencia deportiva con la prudencia disciplinaria. Tanto Paredes como Di Lollo son esenciales para sostener el rendimiento del equipo en el tramo final del Clausura.
La Bombonera se prepara para vivir semanas de pura tensión. El desafío será mantener la concentración, evitar sanciones y recuperar la fuerza competitiva que distingue al conjunto xeneize en los momentos decisivos.