Tras la sorpresiva renuncia de José Luis Espert como cabeza de lista, la Justicia Electoral debe resolver dos frentes de conflicto: quién debe reemplazarlo y si se deben reimprimir millones de boletas ya distribuidas.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones legislativas nacionales, La Libertad Avanza afronta un escenario de alta tensión en su distrito más importante, la provincia de Buenos Aires. La abrupta renuncia de José Luis Espert como primer candidato a diputado nacional desató una doble contienda judicial: una por la conformación de la lista y otra, de enormes implicancias económicas y logísticas, por el futuro de las boletas que llevan su rostro. De acuerdo con ADNSUR.
El oficialismo se encuentra en una carrera contrarreloj, con decisiones judiciales pendientes que podrían impactar directamente en su desempeño electoral en el territorio con mayor peso del padrón.
La sucesión en la lista: Reichardt por Espert, según la fiscal
El primer nudo del conflicto se centra en quién debe ocupar el lugar vacante de Espert. La cúpula de La Libertad Avanza impulsaba el nombre de Diego Santilli para encabezar la nómina. Sin embargo, la legislación electoral vigente, en particular la Ley de Paridad de Género, establece un mecanismo de corrimiento automático en las listas.
En este sentido, la fiscal federal electoral de la provincia de Buenos Aires, Laura Roteta, emitió un dictamen clave durante la jornada de hoy. En su escrito, la fiscal determinó que quien debe reemplazar a Espert es Karen Reichardt, quien originalmente ocupaba el segundo lugar en la boleta. Este dictamen representa un primer revés para la estrategia del partido libertario y sienta una posición jurídica fuerte que ahora deberá ser evaluada por el juez electoral.
El dilema de las boletas: un costo millonario y una carrera contra el tiempo
El segundo y más complejo problema es de carácter logístico y presupuestario. Las Boletas Únicas de Papel (BUP) para los comicios ya fueron impresas y se encuentran en proceso de distribución, todas con el nombre y la imagen de José Luis Espert como principal referente de LLA.
Los apoderados del partido, Santiago Viola, Alejandro Carrancio y Juan Osaba, presentaron formalmente este lunes un escrito ante la Justicia Electoral para solicitar la reimpresión total de las boletas. La operación, sin embargo, implica un desafío mayúsculo. Por un lado, el costo estimado de la medida generó un fuerte debate y cuestionamientos de otros espacios políticos: las cifras que se manejan oscilan entre los 10.000 y los 15.000 millones de pesos.
Por otro lado, el factor tiempo es crítico. Con solo tres semanas por delante hasta el día de la elección, existen serias dudas sobre la viabilidad de imprimir y distribuir nuevamente millones de boletas en todo el extenso territorio bonaerense, un proceso que normalmente demanda meses de planificación.
La postura del Gobierno: apelación y el argumento del tope de gastos
Frente a la posibilidad de que la Justicia desestime el pedido de reimpresión, ya sea por su costo o por los plazos acotados, desde el Gobierno nacional anticiparon cuál será su estrategia. Fuentes de la administración de Javier Milei confirmaron a la agencia Noticias Argentinas que apelarán un eventual fallo adverso.
El argumento que esgrimirán es de índole legal y financiera. «Si se rechaza en la Justicia la reimpresión de boletas, se hará una presentación judicial porque LLA tiene prohibido por ley gastar esa suma», indicaron desde el oficialismo. Con esta postura, el Gobierno sostiene que el costo de la reimpresión excedería con creces los topes de gastos de campaña establecidos por la ley electoral, por lo que sería el propio Estado quien debería absorber el costo derivado de esta situación excepcional.