Miles de personas participaron en masivas protestas contra el presidente Donald Trump en diversas ciudades de Estados Unidos, incluyendo Nueva York, Washington D.C., Chicago, Miami y Los Ángeles.
Las manifestaciones, convocadas bajo el lema «No Kings» (No a los reyes), reunieron a ciudadanos preocupados por lo que califican como un «movimiento hacia el fascismo y un gobierno autoritario».
Las Protestas en Times Square y Otras Ciudades
En la icónica Times Square de Nueva York, la manifestación congregó a una multitud que coreaba «Así es la democracia» mientras portaba carteles con lemas como «Democracia, no monarquía» y «La Constitución no es opcional». Según informó BBC Mundo, un organizador estimó la presencia de 100.000 personas, aunque la policía calculó más de 20.000 manifestantes solo en la Séptima Avenida. Beth Zasloff, una de las participantes, explicó su motivación: «Me importa mucho la ciudad de Nueva York. Me da esperanza estar aquí con muchas, muchas otras personas».
Testimonios de Preocupación Ciudadana
Los manifestantes expresaron profunda preocupación por las recientes medidas del gobierno Trump. Massimo Mascoli, un ingeniero jubilado de 68 años criado en Italia, declaró: «Soy sobrino de un héroe italiano que desertó del ejército de Mussolini y se unió a la resistencia. Fue torturado y asesinado por los fascistas, y después de 80 años, no esperaba encontrar de nuevo fascismo en Estados Unidos». Mascoli mostró especial preocupación por la represión migratoria, los aranceles generalizados y el despliegue de la Guardia Nacional.
Solidaridad Internacional y Respuesta Oficial
Las protestas trascendieron fronteras, con manifestaciones de solidaridad en Berlín, Madrid, Roma y frente a la embajada estadounidense en Londres. Mientras tanto, aliados de Trump acusaron a los manifestantes de estar vinculados con el movimiento Antifa y calificaron las protestas como «manifestación de odio a Estados Unidos». En respuesta a las movilizaciones, varios gobernadores republicanos activaron a la Guardia Nacional, medida que fue criticada por legisladores demócratas quienes argumentaron que «enviar soldados armados para reprimir protestas pacíficas es lo que hacen reyes y dictadores». Información extraída del medio BBC.