Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron una extensa llamada telefónica este martes, marcando un giro significativo en una relación bilateral recientemente tensa.
Ambos mandatarios se comprometieron a fortalecer la cooperación en la lucha contra el crimen organizado internacional y abordaron los aranceles comerciales impuestos por Washington.
Una llamada que sella una nueva etapa de diálogo
La conversación, que se extendió por 40 minutos, tuvo un tono positivo y constructivo. Según informó la presidencia brasileña, Lula «enfatizó la urgencia de fortalecer la cooperación con Estados Unidos para combatir el crimen organizado internacional». Por su parte, Donald Trump «resaltó su plena disposición a colaborar con Brasil y su total apoyo a las iniciativas conjuntas». Más tarde, en su red social, el mandatario estadounidense calificó el diálogo como una «gran conversación» y afirmó que ambos discutieron «cómo nuestros países podrían trabajar juntos para detener el crimen organizado».
Un deshielo comercial tras sanciones por el caso Bolsonaro
La llamada también sirvió para continuar el deshielo en las relaciones comerciales, que se habían visto severamente afectadas. La tensión escaló cuando Trump impuso aranceles punitivos y sanciones a autoridades brasileñas en agosto, en respuesta al juicio y condena del expresidente Jair Bolsonaro, a quien el republicano calificó de víctima de una «caza de brujas». «Como saben, sancioné (a Brasil) por algunas cosas que sucedieron», reconoció Trump este martes.
Sin embargo, tras un encuentro en persona con Lula en octubre, el gobierno estadounidense comenzó a dar marcha atrás, eximiendo de aranceles a productos clave como la carne y el café. Lula calificó esta decisión como «muy positiva», aunque señaló que «aún hay otros productos con tarifas que deben ser discutidos». Trump, por su parte, se mostró optimista sobre el futuro de la relación, afirmando que su encuentro anterior «fijó las bases para un diálogo y acuerdo muy positivo a largo plazo».
Crimen organizado, un tema urgente para ambos gobiernos
El compromiso contra el crimen organizado llega en un momento en que ambos gobiernos tienen el tema en su agenda prioritaria. La administración Lula ha desplegado una serie de operaciones contra el lavado de dinero y grupos como el Primer Comando de la Capital (PCC). Mientras tanto, la administración Trump lleva adelante una intensa campaña militar en el Caribe y el Pacífico, con el argumento de combatir el narcotráfico, una ofensiva que ha dejado al menos 83 muertos y ha generado tensiones con Venezuela. Lula había expresado días atrás su preocupación por esta presencia militar, aunque el tema de Venezuela no fue mencionado en los comunicados oficiales sobre la llamada.
El diálogo entre Lula y Trump parece marcar un nuevo capítulo, más pragmático, en la relación entre Brasil y Estados Unidos. Aunque persisten diferencias y temas pendientes, como los aranceles residuales, la voluntad de cooperar en seguridad y destrabar el comercio sugiere que ambos países buscan superar las tensiones políticas recientes en pos de intereses estratégicos compartidos. Información extraída del medio DW.




