Cuidar la salud a través de la alimentación es una de las claves para envejecer con vitalidad.
Según la experta en nutrición y biomédica Rhonda Patrick, ciertos snacks ricos en magnesio, vitamina D y Omega-3 pueden marcar una diferencia notable en la calidad de vida y en la prevención de enfermedades asociadas al paso del tiempo.
Nutrientes que ayudan a frenar el envejecimiento
Patrick, reconocida referente en nutrición y envejecimiento, explicó que mantener niveles adecuados de magnesio, vitamina D y ácidos grasos Omega-3 fortalece la salud celular y mejora la longevidad.
Según C5N, la especialista indicó que los déficits de estos nutrientes son comunes, pero fáciles de revertir mediante una dieta equilibrada o el uso de suplementos accesibles.
Pequeños cambios diarios —como incluir frutos secos, pescados grasos y más exposición solar— pueden convertirse en un escudo natural frente al envejecimiento prematuro.
Los mejores snacks para potenciar la longevidad
Entre los alimentos más recomendados se destacan las nueces, por su aporte de ácido alfa-linolénico, una forma vegetal de Omega-3 que ayuda a proteger el cerebro y prevenir el deterioro cognitivo.
La vitamina D, fundamental para la salud ósea e inmunológica, se obtiene principalmente del sol. Sin embargo, Patrick recordó que factores como la edad, el tono de piel o el uso de protector solar reducen su síntesis natural, por lo que los suplementos pueden ser una opción segura y económica.
El magnesio, presente en vegetales de hoja verde, almendras, avena y palta, favorece la reparación del ADN y la función muscular. “Incorporarlo en cada comida diaria es esencial para sostener la energía y el bienestar general”, apuntó la especialista.
El rol del Omega-3 en la salud cardiovascular
Los ácidos grasos Omega-3 son esenciales para el corazón, el cerebro y las articulaciones. Además de las nueces, se encuentran en semillas de lino, salmón, caballa, sardinas y algas.
Patrick destacó que los suplementos de Omega-3 pueden duplicar los niveles en sangre y mejorar marcadores de salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y promoviendo una vida más larga y activa.
Ejercicio: el complemento ideal de una buena nutrición
La experta definió el movimiento como el “medicamento antienvejecimiento más poderoso”. El ejercicio regular, incluso en breves lapsos, puede reducir la mortalidad hasta un 40%.
Patrick recomienda la técnica VILPA (actividad vigorosa breve e intermitente), que consiste en rutinas intensas de uno a tres minutos varias veces al día —como saltos, burpees o sprints cortos— para potenciar los efectos de una alimentación saludable.
Envejecer con salud: un equilibrio posible
Comer mejor y moverse más son dos pilares al alcance de todos. La combinación de nutrientes esenciales y actividad física regular no solo prolonga la vida, sino que también mejora la energía, el ánimo y la función cognitiva.
Adoptar estos hábitos desde hoy puede ser la mejor inversión para un futuro más saludable y activo.