En un movimiento que marca su política comercial para la región, el gobierno de Donald Trump anunció la firma de acuerdos bilaterales con Argentina, Ecuador, El Salvador y Guatemala, que incluyen la apertura de sus mercados a productos estadounidenses a cambio de reducciones arancelarias para sus exportaciones.
Según informó DW, la Casa Blanca publicó este jueves cuatro comunicados separados donde detalló que estos países aceptaron abrir sus mercados a productos estadounidenses. A cambio, recibirán reducciones en los aranceles que actualmente pagan por sus exportaciones hacia Estados Unidos, particularmente en el sector agrícola. Un alto funcionario estadounidense afirmó que buscan «alcanzar un comercio equilibrado, la reciprocidad y reducir los déficit de larga data».
Impacto esperado en precios y productos de consumo
El funcionario estadounidense anticipó efectos positivos en los precios de productos como café, cacao y bananas en el mercado estadounidense. Esto ocurre en un contexto de descontento de los consumidores por el aumento del costo de vida durante la segunda presidencia de Trump. Aclararon que los aranceles generales del 10% para Guatemala, El Salvador y Argentina, y del 15% para Ecuador se mantendrán, pero habrá reducciones para mercancías específicas.
Reacciones de los gobiernos latinoamericanos
El canciller argentino Pablo Quirno celebró en la red social X que el acuerdo «crea las condiciones para aumentar las inversiones de Estados Unidos en Argentina». Por su parte, El Salvador y Washington emitieron un comunicado conjunto que describe el pacto como un refuerzo de su «relación económica de larga data», mensaje que el presidente Nayib Bukele acompañó con la palabra «amigos». El presidente guatemalteco Bernardo Arévalo destacó que tras «meses de intenso trabajo» se convirtieron en «uno de los primeros países del mundo en alcanzar un acuerdo para reducir y eliminar aranceles».
Estos acuerdos representan la materialización de la nueva política comercial de Trump, que en los últimos meses había impuesto aranceles adicionales del 10% o 15% a países latinoamericanos, y ahora busca establecer relaciones bilaterales que favorezcan lo que la administración estadounidense describe como «comercio equilibrado».




