El Gobierno de Rusia denunció que Ucrania habría intentado atacar la residencia oficial del presidente Vladimir Putin mediante un masivo despliegue de drones de largo alcance
La acusación se produce en un contexto sensible, marcado por negociaciones diplomáticas para intentar poner fin a la guerra que ya supera los tres años.El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que el supuesto intento de ataque ocurrió durante la noche del 28 al 29 de diciembre y que las fuerzas de defensa aérea lograron interceptar un total de 91 drones antes de que alcanzaran su objetivo.
Según explicó, no se registraron víctimas ni daños materiales. La residencia presidencial de Putin se encuentra en la provincia de Nóvgorod, una zona que cuenta con un fuerte esquema de seguridad.
Lavrov advirtió que el hecho no quedará sin consecuencias y lanzó una dura advertencia: “Acciones imprudentes como esta no quedarán sin respuesta”, subrayó. La información fue extraída del medio C5N, según consignó en su cobertura del conflicto.
Advertencias y continuidad del diálogo
Desde Moscú remarcaron que el presunto ataque ocurrió mientras se desarrollan conversaciones entre Rusia y Estados Unidos para buscar una salida al conflicto en Ucrania. Si bien Lavrov aseguró que Rusia no tiene intenciones de abandonar las negociaciones, anticipó que se revisará la postura diplomática frente a Kiev.
“El régimen de Kiev ha avanzado hacia una política de terrorismo de Estado”, sostuvo el canciller ruso, al tiempo que aclaró que estas acciones influyen directamente en el clima de las negociaciones en curso.
La respuesta de Ucrania y el rol de Estados Unidos
Desde Ucrania rechazaron de plano las acusaciones. El periodista Gabriel Michi explicó en el programa De Una, por C5N, que el Gobierno de Volodimir Zelenski calificó la denuncia como “una mentira armada por el Kremlin para desarticular el proceso de paz”.
En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene un rol activo como mediador. Durante el fin de semana se reunió con Zelenski en su residencia de Mar-a-Lago, donde aseguró que hubo avances significativos para alcanzar el fin del conflicto.
Trump destacó que también mantuvo una conversación telefónica previa con Putin, a la que calificó como “productiva”, y remarcó que su principal objetivo es poner fin a lo que definió como “la guerra más mortífera desde la Segunda Guerra Mundial”.
Mientras continúan las negociaciones diplomáticas, la denuncia rusa suma un nuevo capítulo de tensión a un conflicto que sigue sin una resolución definitiva. La posibilidad de represalias y las acusaciones cruzadas mantienen en alerta a la comunidad internacional.




