Patricia Bullrich celebró la condena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski y cuestionó el poder territorial de la familia Sena en Chaco.
Tras conocerse el fallo que condenó a César Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski y consideró responsables a Emerenciano Sena y Marcela Acuña como partícipes necesarios, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue la primera funcionaria nacional en pronunciarse. Sus declaraciones apuntaron directamente al poder territorial que la familia ejercía en Chaco. Parte de la información de este artículo se extrajo de Noticias Argentinas.
La reacción inmediata de Bullrich ante el veredicto
Bullrich celebró abiertamente la decisión judicial, destacando su valor simbólico y su impacto en la lucha contra la impunidad.
“Se hizo justicia. Y la justicia, cuando llega, tiene que ser clara y ejemplar”, expresó al conocer la sentencia dictada por el tribunal chaqueño.
La ministra señaló que este fallo marca un precedente importante en un caso que conmovió al país y que puso bajo la lupa el funcionamiento de estructuras de poder locales, fuertemente cuestionadas desde el inicio de la investigación.
Críticas al poder territorial de la familia Sena
Bullrich recordó su visita al barrio donde operaba la familia Sena y volvió a referirse a su influencia en la zona.
“Estuve en el barrio de los Sena. Feudales, dueños del territorio y de la vida de la gente. Así se sentían”, afirmó, subrayando que ese control social habría contribuido a sostener durante años una red de protección política y comunitaria.
La ministra insistió además en la brutalidad del crimen de Cecilia: “La asesinaron y la quemaron durante horas. Creyeron que la protección política y el silencio de cierto ‘feminismo’ los iba a salvar”.
Un mensaje firme tras la sentencia
Bullrich concluyó su mensaje con una frase contundente dirigida a los responsables del asesinato: “No los salvó nada. Fueron acusados. Van presos”. Su postura reafirma la línea de acción del Gobierno nacional respecto a delitos graves vinculados a estructuras de poder local.
La sentencia contra los Sena no solo marca un avance judicial, sino también un punto de inflexión en la discusión sobre los liderazgos territoriales y su capacidad de operar al margen de la ley.




