El Gobierno de Ecuador proyecta permitir la instalación de dos bases de Estados Unidos en su territorio, una decisión que dependerá del resultado del referéndum convocado por el presidente Daniel Noboa para este domingo. La propuesta busca modificar la Constitución y eliminar la actual prohibición de presencia militar extranjera en el país.
Según informó el ministro del Interior, John Reimberg, una de las bases se ubicaría en Manta, donde las fuerzas armadas estadounidenses operaron entre 1999 y 2009, y la otra en Salinas, ambas en la costa continental del país.
La información fue difundida por Reimberg en una entrevista radial y confirmada luego por medios locales, medio ecuatoriano que detalló los posibles alcances de esta cooperación.
Estados Unidos retoma interés estratégico en Ecuador
El interés estadounidense quedó en evidencia con la reciente visita de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, quien estuvo en Ecuador por segunda vez en menos de tres meses. Durante su estadía, recorrió junto a funcionarios ecuatorianos las posibles ubicaciones de las nuevas bases.
Reimberg precisó que una de ellas estaría bajo la administración del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security), responsable de la lucha contra el terrorismo, la gestión de fronteras y la ciberseguridad. “Queremos atacar con todas las fuerzas a los grupos criminales. Trabajar en conjunto en dos bases donde nuestro personal pueda intervenir en el manejo de información es lo que necesitamos”, señaló el ministro.
Noem calificó a Ecuador como un “socio excelente” en la lucha contra el narcotráfico, la inmigración ilegal y el contrabando, subrayando el valor geopolítico del país andino en el Pacífico sur.
Antecedentes y relevancia estratégica
Ecuador ya tuvo presencia militar estadounidense en el pasado. Durante la Segunda Guerra Mundial, una base operó en las Islas Galápagos, y entre 1999 y 2009, el aeropuerto de Manta sirvió como punto de vigilancia aérea contra el narcotráfico hasta que la Constitución de 2008, impulsada por Rafael Correa, prohibió las bases extranjeras.
Hoy, Manta es uno de los principales puertos del país y foco de operaciones del crimen organizado. Desde allí, bandas criminales envían “narcolanchas” cargadas con cocaína hacia Centroamérica. Por su parte, Salinas tiene una ubicación privilegiada frente al Pacífico, considerada clave para controlar delitos transnacionales.
Un contexto de violencia y desafío interno
Ecuador vive una ola de violencia sin precedentes, producto de la expansión del narcotráfico y otras actividades delictivas como la extorsión, los secuestros y la minería ilegal.
En 2024, el presidente Noboa declaró al país en “conflicto armado interno”, designando a las bandas criminales como grupos terroristas. Sin embargo, los índices delictivos no han cedido: solo en el primer semestre de 2025 se registraron 4.619 homicidios, un aumento del 47% respecto del mismo periodo del año anterior.
La posible aprobación de las bases estadounidenses sería, según el Gobierno, un paso para reforzar la cooperación internacional y recuperar el control sobre las zonas más afectadas por el crimen.
Decisión en manos de los ecuatorianos
El futuro de esta iniciativa se definirá en las urnas. Si el referéndum aprueba la eliminación de la cláusula constitucional que prohíbe bases extranjeras, Ecuador abriría la puerta al regreso de militares estadounidenses después de más de una década.
El resultado marcará un punto de inflexión en la política de seguridad y soberanía del país, en medio de un escenario regional donde crece la presencia de Estados Unidos frente al avance del crimen transnacional en América Latina. Información extraída del medio 20minutos.




