Chubut activó un Estado de Emergencia Ígnea que se mantendrá vigente hasta abril de 2026, ante el riesgo extremo de incendios forestales en la cordillera.
La medida incluye la prohibición total de hacer fuego al aire libre en campings, áreas recreativas y espacios privados. La información se extrajo de Meteored.
Un escenario crítico que obliga a medidas urgentes
El decreto firmado por el gobernador Ignacio Torres advierte que la provincia enfrenta una combinación peligrosa: vegetación seca, altas temperaturas y abundante material combustible acumulado.
Los informes técnicos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el Servicio Meteorológico Nacional y el Servicio Provincial de Manejo del Fuego coinciden en que un foco mínimo podría expandirse en cuestión de horas.
La restricción alcanza a toda la zona cordillerana y busca evitar que se repitan desastres recientes, cuyas cicatrices aún permanecen visibles en el ecosistema andino-patagónico.
Acciones coordinadas y controles reforzados
El Gobierno provincial iniciará operativos junto a municipios, brigadistas, fuerzas de seguridad y organismos ambientales para mejorar la detección temprana de focos y acelerar la respuesta ante emergencias. También se impulsarán campañas informativas destinadas a residentes y turistas, en vísperas de la temporada alta de verano.
Paralelamente, la declaración de emergencia habilita fondos específicos para adquirir equipamiento, ampliar brigadas, incorporar vehículos especializados y fortalecer los sistemas de comunicación.
Los municipios de la cordillera reforzarán los controles en senderos, riberas y campings, puntos donde históricamente se originan la mayoría de los incendios vinculados al accionar humano.
Prohibiciones, sanciones y responsabilidades
La normativa es clara: cualquier persona que genere fuego al aire libre sin autorización será sometida a acciones civiles y penales impulsadas por la Fiscalía de Estado. Esto incluye fogatas, quemas sin permiso, uso de parrillas en zonas no habilitadas y cualquier actividad que pueda provocar un foco ígneo.
El objetivo central es reducir la cantidad de incendios en un territorio de altísima vulnerabilidad, donde la regeneración natural del bosque puede tardar décadas.
Un ecosistema frágil y un riesgo que crece año tras año
Los estudios ambientales señalan que la región patagónica sufre los efectos combinados de sequías prolongadas, temperaturas cada vez más elevadas y vientos frecuentes e intensos. Organismos científicos como el CONICET advierten que estas condiciones favorecen la propagación del fuego, especialmente en áreas donde existen especies de alta inflamabilidad como pinos exóticos.
La provincia anunció que continuará trabajando con instituciones científicas para actualizar los índices de riesgo, integrar datos meteorológicos en tiempo real y aplicar herramientas satelitales para una mejor planificación del territorio.




