El Gobierno nacional avanza en el diseño de una ambiciosa reforma tributaria que podría eliminar el régimen de monotributo, vigente desde 1998, y transferir a todos los pequeños contribuyentes al sistema general.
Esta medida, que aún se encuentra en etapa de análisis, forma parte de un paquete más amplio que también incluiría cambios en el Impuesto a las Ganancias y un nuevo régimen de empleo. Según la información del medio BAE Negocios, de la cual se extrae este análisis, el objetivo oficial es simplificar el sistema impositivo y combatir la informalidad.
El Fin del Monotributo y el Traspaso a Autónomos
La propuesta más impactante del paquete es la eliminación completa del monotributo, un régimen que actualmente utilizan millones de contribuyentes. Bajo este plan, todos los monotributistas pasarían automáticamente a ser considerados autónomos dentro del régimen general. El Gobierno fundamenta esta decisión en la premisa de que el monotributo se ha convertido en un mecanismo que facilita la subdeclaración de ingresos y perpetúa la informalidad en amplios sectores de la economía.
Los Ejes Centrales de la Reforma Tributaria
En primer lugar, la reforma impulsa varios cambios estructurales. Para los nuevos autónomos, el Gobierno planea establecer una escala de ingresos mensual. Esta escala oscilaría entre $100.000 y $500.000. Además, les permitiría deducir sus gastos personales, un beneficio muy esperado. Por otro lado, en el Impuesto a las Ganancias, las autoridades implementarían un mínimo no imponible único. Este monto, de aproximadamente $1,7 millones, equivaldría al salario promedio proyectado para 2025. Finalmente, la propuesta también crearía un nuevo régimen de empleo. Dicho régimen reduciría los aportes patronales, beneficiando específicamente a nuevas contrataciones, ex monotributistas y a quienes llevan más de seis meses fuera del mercado laboral formal.
Un Proceso Gradual y el Objetivo Final
El ministro de Economía, Luis Caputo, ha sido claro al señalar que muchos de estos cambios no pueden implementarse de inmediato sin afectar el equilibrio fiscal. En conferencias, ha identificado impuestos «distorsivos» como Ingresos Brutos, el Impuesto al Cheque, las retenciones agropecuarias y Ganancias para empresas, que se eliminarían de manera escalonada. La visión a largo plazo es construir un sistema impositivo más simple y con menores costos para la producción, aunque su concreción dependerá de la aprobación legislativa y de un cuidadoso calendario de implementación.




