La resolución de la jueza Patricia Reyes, que otorgó prisión domiciliaria por 45 días a cuatro mujeres acusadas de incendiar a una policía, generó controversia en Puerto Madryn.
La medida, justificada bajo la “perspectiva de género y de niñez”, se aplicó luego del violento episodio ocurrido el jueves frente a la vivienda del padre de un menor fallecido, donde una manifestación terminó con una agente gravemente herida.
El hecho que originó la causa tuvo lugar en la calle Petra Santa María, donde un grupo de unas quince personas —en su mayoría mujeres— se concentró para protestar y comenzó a prender fuego neumáticos y un sofá. Cuando la Policía intentó retirar los objetos encendidos, una de las manifestantes arrojó combustible sobre el fuego, provocando que una agente resultara con quemaduras en ambas piernas y en un brazo. La víctima continúa internada en terapia intensiva en el Hospital Ísola, con el 20% de su cuerpo afectado.
La jueza Reyes tomó en cuenta las condiciones personales de las acusadas —una de ellas en etapa de lactancia, otra bajo tratamiento psiquiátrico y todas madres de niños pequeños— para evitar el encierro en una comisaría. Dispuso que cumplan arresto domiciliario, con restricciones de movimiento, prohibición de contacto y limitación en el uso de redes sociales. Una quinta joven, imputada por atentado y resistencia a la autoridad, fue notificada y recuperó la libertad.
El fallo analiza en cómo aplicar la perspectiva de género en casos donde las víctimas también son mujeres. Mientras sectores judiciales y sociales defendieron la necesidad de considerar el contexto familiar de las acusadas, otros criticaron la decisión al entender que se trató de un ataque deliberado y violento contra personal policial.
En declaraciones a la prensa, el jefe de la Unidad Regional Puerto Madryn, comisario mayor Andrés Williams, sostuvo que el ataque fue premeditado. “No fue un descuido, fue intencional”, afirmó. Según explicó, “una de las mujeres arrojó combustible sobre los objetos encendidos, lo que provocó que el uniforme de la agente se prendiera fuego inmediatamente”.
Durante los operativos posteriores, personal de la Policía del Chubut y del área de Criminalística realizó tres allanamientos bajo las órdenes de las fiscales Verónica Pitara y María Carrizo. Como resultado, se logró la detención de dos mujeres adicionales, mientras se avanza en determinar los grados de participación de cada una en el incidente.
Williams también rechazó las versiones sobre un supuesto accionar represivo de la fuerza. “No hubo represión policial. Cuando el grupo llegó al lugar lo hizo de manera pacífica, pero luego la situación se desbordó y actuamos solo para evitar que el fuego se propagara”, explicó.
El delito principal que se les imputa es “incendio intencional agravado en carácter de coautoras”, con penas que van de tres a quince años de prisión. Las mujeres permanecerán bajo custodia domiciliaria hasta la audiencia de control de acusación, prevista para los próximos días en los tribunales madrynenses. Información extraída de LA17.




