El USS Gerald R. Ford inició maniobras en el Caribe, reforzando la ofensiva contra el narcotráfico.
El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y avanzado construido por Estados Unidos, comenzó sus primeros movimientos en aguas del Caribe como parte de un operativo contra redes de narcotráfico. Su llegada, considerada una de las mayores demostraciones militares en la región en décadas, elevó el nivel de atención sobre la presencia estadounidense cerca de Venezuela. La información fue elaborada con datos extraídos de Infobae.
Un gigante naval con capacidad inédita
El USS Gerald R. Ford arribó al Caribe para reforzar una operación orientada a desmantelar organizaciones criminales transnacionales. Con capacidad para 4.500 tripulantes y 70 aeronaves, se trata del portaaviones más grande del mundo, definido por la Marina estadounidense como la “plataforma de combate más capaz, versátil y letal del mundo”.
Su construcción comenzó en 2009 y fue botado en 2013 en los astilleros militares de Newport News, Virginia. Entró en servicio el 22 de julio de 2017, en un acto encabezado por Donald Trump.
Con más de 335 metros de eslora, propulsión nuclear y un costo aproximado de 13.000 millones de dólares, incorpora un sistema electromagnético de lanzamiento de aeronaves, radares avanzados y reactores capaces de sostener operaciones continuas.
Resistencia comprobada y armamento de última generación
Durante las pruebas realizadas en 2021, el USS Gerald R. Ford soportó tres explosiones submarinas en las llamadas Pruebas de Choque a Nivel de Buque, demostrando su capacidad para seguir operando tras impactos severos.
Con un peso que puede alcanzar las 100.000 toneladas, el buque transporta misiles de autodefensa ESSM y el sistema CIWS de corto alcance. La nave marca el inicio de una nueva generación de portaaviones estadounidenses, sustituyendo progresivamente a la clase Nimitz, activa desde 1975 hasta 2010.
La Marina de Estados Unidos cuenta hoy con once portaaviones: diez de la clase Nimitz y el Gerald R. Ford, que lleva el nombre del 38° presidente estadounidense, Gerald R. Ford, quien asumió tras la renuncia de Richard Nixon.
Un despliegue sin precedentes en América Latina
La presencia del USS Gerald R. Ford en la región forma parte de un movimiento militar que ya suma más de 15.000 efectivos, convirtiéndose en la mayor concentración de fuerzas estadounidenses en Latinoamérica en décadas.
Un comunicado de la Marina sólo ubicó al buque en el Atlántico occidental, aunque fuentes militares confirmaron que se trasladó hacia el Caribe casi tres semanas después de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenara su salida del Mediterráneo oriental. El cambio de rumbo implicó una escalada significativa del poderío militar en la zona.
La llegada del portaaviones coincidió con el anuncio de Hegseth: seis personas murieron en dos ataques recientes contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Pacífico oriental. Desde septiembre, la ofensiva estadounidense registra 76 fallecidos en 19 operaciones en el Pacífico y el Caribe.
Según Sean Parnell, portavoz del Pentágono, el despliegue “reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, vigilar e interrumpir actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad nacional y la del hemisferio occidental”.




