Un nuevo episodio de tensión política sacudió a Estados Unidos luego de que el presidente Donald Trump sugiriera aplicar la pena de muerte a un grupo de legisladores demócratas
Los dichos se dieron como respuesta a un mensaje público en el que los funcionarios llamaron a los militares a no acatar “órdenes ilegales” del gobierno. La información fue extraída del medio DW.
La polémica reacción del mandatario republicano
El conflicto estalló el jueves 20 de noviembre de 2025, cuando Trump arremetió en su red social Truth Social contra seis legisladores demócratas —todos con experiencia militar o en inteligencia— que habían difundido un video llamando a los uniformados a rechazar órdenes que consideraran fuera de la ley.
El presidente calificó la advertencia como un acto “sedicioso” y los trató de “traidores”, dejando abierta incluso la posibilidad de encarcelarlos. En una segunda publicación, escaló aún más su postura al afirmar que se trataba de un “comportamiento sedicioso castigable con la MUERTE”.
Según DW, Trump también compartió el mensaje de un usuario que pedía literalmente “colgarlos” y comparaba su postura con la que habría tomado George Washington en los inicios de la república estadounidense.
La respuesta inmediata del Partido Demócrata
La reacción no tardó en llegar. Desde su cuenta oficial en X, el Partido Demócrata calificó los dichos del presidente como “una absoluta canallada” y alertó sobre la gravedad de que un mandatario en funciones solicite la pena de muerte contra congresistas opositores.
En el video que desató la controversia, los legisladores demócratas habían argumentado que la administración Trump “está enfrentando a los militares y profesionales de inteligencia contra los ciudadanos estadounidenses” y advirtieron que la mayor amenaza a la Constitución “también proviene desde adentro”.
Un clima institucional cada vez más delicado
El intercambio dejó en evidencia el deterioro del clima político en Estados Unidos y volvió a encender el debate sobre los límites del discurso presidencial. Para varios analistas, la reacción de Trump profundiza la división institucional y expone una dinámica cada vez más agresiva entre el oficialismo y la oposición, especialmente en temas vinculados a seguridad y obediencia militar.
La escalada verbal del presidente reavivó temores sobre el rumbo de la política estadounidense y mostró una vez más cómo la confrontación partidaria puede poner en riesgo la estabilidad institucional. El debate seguirá abierto mientras el país se adentra en un escenario político marcado por la desconfianza y la polarización.




