Gerardo Zamora movió una ficha que resonó fuerte en la política nacional. Recibió en Santiago del Estero a los gobernadores de Tucumán, Jujuy, Catamarca, Formosa, La Rioja y Misiones, junto con los vices de Corrientes, Salta y Chaco. El encuentro marcó el relanzamiento del bloque Norte Grande, ahora con un tono mucho más firme hacia la Casa Rosada.
Osvaldo Jaldo, Carlos Sadir, Raúl Jalil, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Hugo Passalacqua participaron de la reunión que dejó una imagen potente: los mandatarios posaron para una foto grupal como gesto político. Cuando regresen de sus viajes, se sumarán Leandro Zdero, Juan Pablo Valdés y Gustavo Sáenz.
Los gobernadores buscan respuestas. Reclaman definiciones del presidente Javier Milei sobre coparticipación, obra pública, cuestiones previsionales e impuestos, temas que golpean de lleno a sus administraciones. La foto conjunta fue un mensaje directo: actuarán en bloque si no hay señales claras desde Balcarce 50.
El grupo es variado. Convivieron dirigentes del radicalismo, del justicialismo y de partidos provinciales. La mayoría es considerada “dialoguista” por la Casa Rosada, con excepción de Insfrán y Quintela, que mantienen posiciones más duras. La amplitud política del bloque lo vuelve una pieza clave para cualquier negociación en el Congreso.
Zamora, fortalecido por su amplio triunfo electoral en 2025, aparece como figura ascendente. Controla legisladores nacionales tanto del oficialismo como de la oposición y fue electo senador en octubre pasado. Su nombre ya suena como opción presidencial para 2027 y “muchos creen que podría ser la carta que jugaría Cristina Kirchner”.
Quienes observan su avance destacan varios factores: su origen radical que puede atraer sectores medios, su diferencia generacional con Cristina, su experiencia de dos décadas como gobernador y su rol como aliado constante de Néstor, CFK y Alberto Fernández. El tablero nacional lo mira con atención.
El escenario legislativo obliga a negociar. La nueva composición del Congreso exige alianzas transversales para discutir el Presupuesto 2026 y las reformas laboral e impositiva que anunció el Gobierno. El Norte Grande pretende llegar a ese debate con fuerza propia.
La reunión se realizó en el marco de la vigésimo segunda plenaria del Norte Grande, espacio que ahora presidirá Raúl Jalil. El cónclave se dio justo un día antes de la visita del ministro del Interior, Diego Santilli, a Santiago del Estero, otra señal del clima tenso entre Nación y provincias.
Mientras la Casa Rosada intenta acuerdos individuales con cada gobernador, el bloque norteño eligió una estrategia distinta. La foto grupal buscó equilibrar la balanza y mostrar que no permitirán negociaciones fragmentadas que los debiliten.
Tras la cumbre, Zamora puso el foco en la deuda por las cajas previsionales no transferidas, que golpea a Formosa, Misiones, Corrientes y Chaco. Señaló que “hay una deuda en discusión y lo que debe devengarse este año tampoco está previsto en el proyecto de Presupuesto 2026. Nos preocupa y somos solidarios con estas provincias”.
El Norte Grande tomó posición. Los gobernadores lanzaron un mensaje claro: unidad para negociar y presión sobre la Casa Rosada para obtener definiciones. El juego político de 2026 empieza a mostrar sus primeras jugadas. Información extraída de LA17.




