Tras varios días de intensos enfrentamientos en la frontera, Tailandia y Camboya acordaron poner fin a los combates
El anuncio fue confirmado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de mantener conversaciones con los líderes de ambos países.
Los primeros ministros de Tailandia y Camboya resolvieron declarar un alto al fuego inmediato, tras una serie de choques armados que dejaron al menos 20 personas muertas y provocaron un desplazamiento masivo de civiles en ambos territorios.
Según DW, el acuerdo establece el cese total de disparos y el regreso a los compromisos de paz alcanzados previamente, con mediación internacional.
El rol de la mediación internacional
Donald Trump aseguró que el entendimiento fue posible gracias a gestiones conjuntas realizadas durante los últimos meses. En su mensaje público, destacó el acompañamiento del primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, y recordó que el acuerdo retoma los términos del pacto de paz alcanzado en julio, con apoyo de Estados Unidos, China y Malasia.
Ese compromiso había sido respaldado formalmente en octubre, aunque luego quedó suspendido tras nuevos incidentes en la zona fronteriza.
Una crisis humanitaria en expansión
Los enfrentamientos se extendieron durante seis días consecutivos, superando incluso el episodio de violencia registrado en julio pasado, cuando murieron 43 personas y unas 300.000 debieron evacuar sus hogares.
En esta nueva escalada, más de medio millón de personas se vieron obligadas a huir, en su mayoría del lado tailandés, luego de que se reportaran heridos por minas terrestres y nuevos choques armados en sectores sensibles de la frontera.
El alto al fuego abre ahora una etapa clave para la reconstrucción del diálogo y la asistencia humanitaria a los desplazados. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución del acuerdo, con el objetivo de evitar nuevos brotes de violencia en una región históricamente marcada por disputas territoriales.




