Chile presentó este lunes una protesta formal a Colombia tras las durísimas declaraciones del presidente Gustavo Petro contra el mandatario electo chileno, José Antonio Kast, a quien llamó «nazi» e «hijo de Hitler». El gobierno de Gabriel Boric calificó los dichos como una «intromisión impropia» en la política interna chilena.
En un gesto diplomático poco usual entre países aliados, el gobierno chileno hizo un llamado de atención a Colombia. La discordia estalló después de que el presidente Gustavo Petro utilizó su cuenta de la red social X para referirse al triunfo electoral de José Antonio Kast, el domingo pasado. Petro escribió que «el fascismo avanza» y añadió: «Jamás le daría la mano a un nazi y a un hijo de nazi».
En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, a través del canciller Alberto van Klaveren, convocó al embajador de Colombia para entregar una nota de protesta. En declaraciones a la prensa, el diplomático explicó que el objetivo era «manifestar nuestra molestia por los inaceptables dichos» del presidente colombiano respecto a la elección presidencial chilena.
La nota de protesta chilena y la reacción a las acusaciones
Un desencuentro entre aliados de izquierda
El incidente genera un conflicto particularmente incómodo, ya que enfrenta a dos gobiernos tradicionalmente alineados dentro del espectro político progresista latinoamericano. Gabriel Boric, el actual presidente de Chile, y Gustavo Petro, de Colombia, han mantenido una relación cercana y de cooperación en la región. Esta protesta oficial marca una grieta significativa y pone a prueba la diplomacia entre ambos países.
La posición chilena, al protestar por lo que considera una intromisión, defiende el principio de no intervención en los asuntos internos de otro Estado, un pilar de las relaciones internacionales. Mientras tanto, la postura de Petro refleja la profunda preocupación de ciertos sectores de izquierda en América Latina ante el avance de figuras políticas de extrema derecha, como Kast, quien derrotó a la candidata de izquierda Jeannette Jara.
El desencuentro queda ahora en manos de la diplomacia. La respuesta de Colombia a la protesta formal chilena, o la posible rectificación de Petro, podrían ser clave para destrabar una situación que pone en tensión la relación bilateral. Información extraída del medio DW.




