El partido Centro Democrático, liderado por Álvaro Uribe, proclamó a la senadora como su candidata presidencial para enfrentar al oficialismo.
El principal partido de oposición de Colombia, el Centro Democrático, eligió este lunes 15 de diciembre a la senadora Paloma Valencia como su candidata presidencial para las elecciones de 2026. Valencia, una figura política de 47 años afín al expresidente estadounidense Donald Trump y que secunda su línea de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, buscará suceder al izquierdista Gustavo Petro. La información sobre este crucial paso en la política colombiana fue reportada por el medio internacional Deutsche Welle (DW).
La designación se realizó en un evento en Bogotá, donde el influyente expresidente y líder del partido, Álvaro Uribe, respaldó a Valencia desde una videollamada, calificando la contienda como una lucha contra quienes representan «el lado opuesto de la democracia». Uribe encara este proceso revitalizado tras la reciente revocación de una condena en su contra.
Una candidatura con sello uribista y alineada con Washington
Paloma Valencia se presentó ante sus partidarios como «la más leal» de los «soldados» de Álvaro Uribe, consolidando una candidatura que lleva el sello indeleble del expresidente y fundador del Centro Democrático. Su perfil ideológico se alinea con los valores conservadores y una postura de mano dura.
Su afinidad con la política exterior de Donald Trump quedó clara en septiembre pasado, cuando apoyó públicamente los ejercicios militares antinarcóticos ordenados por Washington en aguas cercanas a Venezuela. En ese momento, Valencia afirmó en sus redes sociales que «la caída de Maduro» debía ser el «primer paso para que Latinoamérica sea libre», mostrando un claro alineamiento con la agenda estadounidense en la región.
El discurso de campaña: «puño de acero» y valores tradicionales
En su primer discurso como candidata oficial, Valencia delineó los pilares de su campaña. Prometió aplicar un «puño de acero» contra la delincuencia y el narcotráfico, un mensaje clave en el principal productor mundial de cocaína. Su plataforma también hace hincapié en la defensa de los valores tradicionales y en un combate frontal contra los grupos armados ilegales.
En materia de política exterior, la senadora ha señalado que, de ser electa como la primera presidenta de Colombia, trabajaría con los líderes de la oposición venezolana, mencionando específicamente a Edmundo González y a la premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, reforzando su posición contraria al chavismo.
Un panorama electoral polarizado y con favorito
Las elecciones presidenciales colombianas tendrán su primera vuelta el 31 de mayo de 2026. Por el lado del oficialismo, el partido de Gustavo Petro ya ha elegido como su candidato al senador Iván Cepeda, un histórico rival político de Álvaro Uribe, lo que anticipa una campaña altamente polarizada y personalista.
Hasta el momento, según los sondeos, Iván Cepeda parte como favorito en las encuestas. Una incógnita clave para la campaña de Valencia es si logrará concretar una alianza con otras fuerzas opositoras mejor posicionadas en los sondeos para consolidar un frente único contra el petrismo. De momento, el Centro Democrático avanza con su carta propia, marcando el inicio oficial de una carrera que promete ser uno de los procesos electorales más vigilados de la región.




