El presidente de Parques Nacionales, Eugenio Bréard, encabezó el domingo el acto de inauguración del nuevo puente de acceso al Parque Nacional Chaco, en la localidad de Capitán Solari, junto al intendente del área protegida, Daniel Crosta, en el marco de una agenda de trabajo por la región NEA. Con la finalización de las obras, el Parque quedó reabierto al público.
Participaron del evento inaugural el sub administrador de Dirección de Vialidad Provincial del Chaco, Carlos Alberto Navarro; el intendente de Capitán Solari, Ángel González; el vocal del Directorio de Parques Nacionales, Pablo Galli; la ex intendenta del Parque Nacional Chaco, Lorena Paszko; administradores de Parques Nacionales de la región, y vecinos del lugar.
El nuevo puente permitirá optimizar el ingreso al Parque sobre el Río Negro y ofrecer un acceso seguro a su área de Uso Público, donde se encuentran las instalaciones del Centro de Visitantes, el área de acampe y los sanitarios. Desde allí también se accede al sendero peatonal más elegido por los visitantes.
Además, traerá aparejados beneficios para la conservación, ya que favorecerá la escorrentía natural del cauce del río, permitiendo el normal desarrollo de los ecosistemas asociados.
La construcción tiene una longitud total de 24 metros, con cuatro metros de ancho vehicular a los que se suman veredas peatonales. La financiación y supervisión de la obra estuvieron a cargo de la Administración de Parques Nacionales, mientras que se contó con la importante colaboración de la Dirección de Vialidad del Chaco, que elaboró el anteproyecto, puso a disposición personal técnico y donó y colocó señalética de carácter preventivo y reglamentario.
Agenda de trabajo
Además de encabezar la inauguración de las obras en el Parque Nacional Chaco, la comitiva encabezada por Bréard recorrió el sábado pasado las zonas del Estero Poí y la Laguna Blanca del Parque Nacional Río Pilcomayo, mientras que en Chaco visitó el área de Panza de Cabra y el Sendero del Abuelo.
Para concluir la recorrida por la región, anteayer las autoridades sobrevolaron el Parque Nacional El Impenetrable, donde también visitaron la Laguna del Suri y El Breal y realizaron una navegación por el río Bermejo.
En las áreas protegidas del sur del país se llevan a cabo importantes trabajos de investigación para la protección de las colonias.
El 25 de abril se celebra el Día Mundial del Pingüino, con el fin de promover el cuidado y la protección de esta ave marina que se encuentra entre las más amenazadas. En este sentido, Parques Nacionales se presenta como un eslabón fundamental para su conservación.
Dos tercios de las especies de pingüinos existentes en el mundo están incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de Especies Amenazadas, debido al cambio climático, la pesca, la degradación del hábitat y la introducción de especies exóticas, entre otros factores. Estas aves marinas dependen de regiones altamente productivas del mar para alimentarse, y según la especie y el lugar donde viven, su dieta se compone de crustáceos y calamares.
Por esta razón, las áreas protegidas del sur del país cumplen un rol estratégico para la protección de estas colonias, donde se llevan a cabo importantes trabajos para su conservación.
En la provincia del Chubut, en el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral, administrado conjuntamente con la Provincia, se reproduce el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), con una población menor a las 100.000 parejas, con diecinueve colonias que equivalen aproximadamente al 10% de la población total de la Patagonia, de acuerdo al último censo realizado en el año 2015.
El Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino, ubicado en la provincia de Santa Cruz, quien lo administra conjuntamente con la APN, con más de 155.000 hectáreas pertenecientes a la ecorregión del Mar Argentino protege trece colonias de pingüinos de Magallanes, con 60.000 parejas. Además, en este Parque se encuentra una colonia de pingüinos penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), con 1.100 parejas, considerados una especie amenazada.
También en Santa Cruz, se encuentra el Parque Nacional Monte León que cuenta con una colonia de pingüinos de Magallanes, con más de 40.000 parejas, que se reproducen en esta área perteneciente a la ecorregión Estepa Patagónica.
Asimismo, en la Reserva Natural Silvestre Isla de los Estados, ubicada en Tierra del Fuego, se protegen 1.600 parejas de pingüinos de Magallanes en la Isla que lleva el nombre de la Reserva, 105.500 en la Isla Observatorio y 15.000 en Isla Goffré. En esta área natural, además, se pueden observar 140.000 parejas de Penacho Amarillo y la presencia de Pingüino Rey (Aptenodytes patagonicus).
Cabe destacar que dentro de estas áreas protegidas la Administración de Parques Nacionales realiza importantes estudios de conservación como trabajos de monitoreo del tamaño poblacional, tendencia de las colonias y medición del éxito reproductivo de las distintas especies.
A su vez, profesionales de distintos Institutos y centros de investigación llevan a cabo, con la colaboración de técnicos de conservación del Organismo, estudios acerca de patrones de migración, alimentación, genéticos poblacionales, especies mamíferas introducidas, instrumentación de GPS, muestreos de sangre y efectos de las pesquerías, entre otros.
En las áreas protegidas del sur del país se llevan a cabo importantes trabajos de investigación para la protección de las colonias.
El 25 de abril se celebra el Día Mundial del Pingüino, con el fin de promover el cuidado y la protección de esta ave marina que se encuentra entre las más amenazadas. En este sentido, Parques Nacionales se presenta como un eslabón fundamental para su conservación.
Dos tercios de las especies de pingüinos existentes en el mundo están incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de Especies Amenazadas, debido al cambio climático, la pesca, la degradación del hábitat y la introducción de especies exóticas, entre otros factores. Estas aves marinas dependen de regiones altamente productivas del mar para alimentarse, y según la especie y el lugar donde viven, su dieta se compone de crustáceos y calamares.
Por esta razón, las áreas protegidas del sur del país cumplen un rol estratégico para la protección de estas colonias, donde se llevan a cabo importantes trabajos para su conservación.
En la provincia del Chubut, en el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral se reproduce el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), con una población menor a las 100.000 parejas, con diecinueve colonias que equivalen aproximadamente al 10% de la población total de la Patagonia, de acuerdo al último censo realizado en el año 2015.
El Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino, ubicado en la provincia de Santa Cruz, con más de 155.000 hectáreas pertenecientes a la ecorregión del Mar Argentino protege trece colonias de pingüinos de Magallanes, con 60.000 parejas. Además, en este Parque se encuentra una colonia de pingüinos penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), con 1.100 parejas, considerados una especie amenazada.
También en Santa Cruz, se encuentra el Parque Nacional Monte León que cuenta con una colonia de pingüinos de Magallanes, con más de 40.000 parejas, que se reproducen en esta área perteneciente a la ecorregión Estepa Patagónica.
Asimismo, en la Reserva Natural Silvestre Isla de los Estados, ubicada en Tierra del Fuego, se protegen 1.600 parejas de pingüinos de Magallanes en la Isla que lleva el nombre de la Reserva, 105.500 en la Isla Observatorio y 15.000 en Isla Goffré. En esta área natural, además, se pueden observar 140.000 parejas de Penacho Amarillo y la presencia de Pingüino Rey (Aptenodytes patagonicus).
Cabe destacar que dentro de estas áreas protegidas la Administración de Parques Nacionales realiza importantes estudios de conservación como trabajos de monitoreo del tamaño poblacional, tendencia de las colonias y medición del éxito reproductivo de las distintas especies.
A su vez, profesionales de distintos Institutos y centros de investigación llevan a cabo, con la colaboración de técnicos de conservación del Organismo, estudios acerca de patrones de migración, alimentación, genéticos poblacionales, especies mamíferas introducidas, instrumentación de GPS, muestreos de sangre y efectos de las pesquerías, entre otros.
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En el Día Mundial de la Bicicleta, te recomendamos algunas de las áreas protegidas de la Argentina para que puedas disfrutar del deporte y la naturaleza en su estado más puro.
Entre bosques patagónicos, espectaculares paredones rojizos e infinidad de palmeras. Con amigos, en pareja, con la familia o solos… La bicicleta es una práctica de eco-turismo elegida por muchos viajeros, del país y del mundo, para vivir la naturaleza de nuestros Parques Nacionales de una manera saludable. ¡Te invitamos a recorrerlos… y a pedalear!
1- Los Arrayanes, Neuquén
Un sendero de 12 kilómetros une Villa La Angostura con el Bosque de Arrayanes, a lo largo de la Península de Quetrihué: un camino para maravillarse ante la belleza de nuestra Patagonia y observar vistas magníficas del lago Nahuel Huapi.
Se puede hacer el recorrido en ambos sentidos, siempre teniendo en cuenta el uso compartido de la senda con peatones y las dificultades en sectores empinados.
2- Talampaya, La Rioja
Recorrer en bici este Parque, declarado Sitio de Patrimonio Mundial por la UNESCO, requiere esfuerzo debido al suelo arenoso del Cañón de Talampaya. Los viajeros más deportistas podrán llegar a dos emblemáticos puntos panorámicos: el Jardín Botánico y la geo-forma La Catedral.
El recorrido se realiza a través de excursiones guiadas desde la Base Choique, a 13 kilómetros de la entrada del área, y se recomienda reservar con anticipación en la Asociación Civil de Guías del Parque.
3- El Palmar, Entre Ríos
En esta área protegida del Litoral, los senderos son custodiados por cientos de palmeras de yatay. En bicicleta se puede visitar el arroyo de Los Loros, donde se bañan carpinchos y lobitos de río, y un mirador que permite apreciar el contraste entre el paisaje natural y los campos aledaños.
El prestador de servicios organiza aquí travesías de hasta catorce ciclistas por grupo (se sugiere planificar previamente la salida consultando la disponibilidad).
4- Lihué Calel, La Pampa
Puerta de entrada a la Patagonia argentina, este Parque invita a recorrer la ecorregión Monte de Llanuras y Mesetas, con parches de Espinal. El recorrido a través del circuito vehicular -también apto para bici- comienza en el área de acampe y permite llegar al Sendero de las Pinturas, que conduce a aleros con arte rupestre.
En el camino, los viajeros podrán apreciar el Cerro de la Sociedad Científica, el punto más elevado del Parque con 590 metros de altura.
Son 24 kilómetros ida y vuelta de dificultad media, unas tres horas de mountain bike. ¡Atención! Únicamente se realiza con guía habilitado.
5- Nahuel Huapi, Río Negro y Neuquén
El primer Parque Nacional del país ofrece sendas de distintas dificultades, siempre rodeadas por el encanto de los bosques patagónicos. Al sur, una travesía de dificultad media invita a recorrer unos veinte kilómetros en paralelo al Río Manso.
En la zona centro, el viejo trazado de la ruta 237 recorre unos ocho kilómetros de baja dificultad por la margen Este del Lago Guillelmo, en ambas direcciones. Y en las cercanías de la ciudad de Bariloche, la senda que comienza en Villa Catedral y culmina en la seccional Lago Gutiérrez tiene unos diez kilómetros en total.
Por las pendientes y curvas, esta última travesía está diseñada sólo para ciclistas con experiencia en bicicleta de montaña.
Disfrutemos con seguridad y responsabilidad
Antes de comenzar la travesía en bicicleta, recordá registrarte, como así también a tu regreso. Con esta simple acción, estás garantizando la cobertura en caso de algún tipo de percance o emergencia.
Por primera vez en el Parque Nacional Los Cardones se registró la presencia de un ejemplar de gato andino (Leopardus jacobita), a partir de la revisión en abril de las cámaras trampa instaladas por el proyecto de investigación “Buscando el gato andino en áreas protegidas nacionales”, a cargo de la Dra. Cintia Tellaeche de la Alianza Gato Andino (AGA) y el Centro de Estudios Territoriales Ambientales y Sociales (CETAS-CONICET), con apoyo de guardaparques y técnicos del área protegida.
En el marco del proyecto, que trabaja en esta etapa en el parque salteño y apunta a la búsqueda de esta especie emblemática para poder obtener además información de otras especies de carnívoros presentes en el área, se colocaron un total de nueve cámaras trampa en diferentes sectores del Parque Nacional.
El gato andino es uno de los félidos más amenazados del continente americano, con una distribución restringida a la región andina y una pequeña porción de la estepa patagónica, incluyendo el centro de Perú, oeste de Bolivia, norte de Chile y llegando hasta el centro de Argentina, en Neuquén.
Se trata de una especie rara y muy poco frecuente, por lo que es muy poco conocida, y está adaptada a vivir en ambientes extremadamente áridos. En peligro de extinción según la UICN y considerada vulnerable en Argentina, sus principales problemas de conservación son la reducción del hábitat por degradación ambiental, la caza y la falta de conocimiento generalizada sobre la especie.
Aunque el Parque Nacional Los Cardones se consideraba dentro de su rango de distribución estimado, la confirmación de la presencia de L. jacobita en el mismo suma un importante valor de conservación para el área protegida. Hasta la fecha, la especie sólo había sido registrada en dos Parques Nacionales: San Guillermo, en San Juan, y Campo de los Alisos, en Tucumán.
Ante los hechos de público conocimiento, en ocasión del dictamen de la fiscalía de Zapala el cual solicita el procesamiento de tres guardaparques y dos integrantes de la comunidad mapuche Curruhuinca por la muerte de dos niños provocada por la caída de un árbol en el Parque Nacional Lanín el 1º de enero de 2016, la Administración de Parques Nacionales desea comunicar:
En primer lugar, que los hechos sucedidos en el Parque Nacional son y serán una marca en el corazón de los trabajadores de esta institución y de toda la comunidad de San Martín de los Andes. Lamentamos profundamente las trágicas consecuencias de este episodio y nos solidarizamos con las familias afectadas y su dolor.
Los parques nacionales son zonas agrestes, donde se conservan y protegen a perpetuidad millones de árboles (sólo en el Parque Nacional Lanín hay más de 80 millones de árboles).
El control de ramas y árboles bajo la forma de apeos es una actividad que disminuye el riesgo pero que en modo alguno garantiza el no riesgo. Árboles considerados sanos pueden caer y árboles enfermos pueden estar de pie cien años. No se trata de una ciencia exacta.
Esta Administración entiende que no siendo posible prever la ocurrencia de fenómenos de la naturaleza, el desprendimiento ha sido un hecho fortuito e inevitable. La caída de ramas o árboles en zonas agrestes es un fenómeno imprevisible de la naturaleza en donde se pueden dar múltiples factores de incidencia.
Asimismo, en relación con el hecho mencionado, el Directorio de esta Administración ordenó una investigación sumarial de forma que se ahonde en lo ocurrido ese trágico día en relación tanto a los empleados involucrados como a la comunidad Curruhuinca propietaria del terreno donde ocurrió el hecho.
En el marco del profundo respeto por la Justicia y sus instituciones, esta Administración tiene la expectativa de que pueda continuar la labor activa y planificada de conservación y visitación de áreas protegidas con compromiso y responsabilidad de todos.
El hallazgo revela que la hembra se reprodujo con éxito por segundo año consecutivo desde la implementación de su seguimiento.
Esperanza, la hembra de huemul monitoreada a través de un collar satelital por el Programa de Conservación del Huemul de Parques Nacionales, fue avistada junto a una segunda cría a principios de marzo por una visitante en la zona norte del Parque Nacional Los Glaciares.
A casi dos años de la colocación del collar de seguimiento satelital, el mismo ha proporcionado información valiosa referente al tamaño de su área de acción, cuáles son los sectores que frecuenta, cómo son los movimientos altitudinales que realiza a lo largo del año y los riesgos que estos animales pueden correr en el sector que ocupan, entre otros datos.
Información como esta es utilizada por el Programa iniciado en 1993 para establecer las líneas de trabajo que se plasman en los Planes de Acción para la Conservación del Huemul en cada parque nacional.
Imágenes: PH Marcela Rodríguez. Descarga: click aquí