La sorprendente propuesta del líder de ChuSoTo de hacer una alianza con el Frente para la Victoria para colgarse de la boleta de Scioli es un intento de superar la debilidad política en la que lo sumerge la anticipada derrota de Massa a partir de un acto de saltimbanquismo difícil de justificar. Durante casi dos años, Das Neves juró lealtad al proyecto de Massa y hasta lo trajo a la provincia varias veces. ¿Se viene un tendal de heridos por las candidaturas nacionales del chusotismo?
“Sergio Massa va a ser el próximo presidente de la Argentina”, dijo Mario Das Neves. Esto fue hace apenas un par de meses, el 14 de marzo de este año, cuando el líder del ChuSoTo lanzó su precandidatura a gobernador en Trelew, acompañado por el referente nacional del Frente Renovador. Así lo cuenta el sitio de noticias Infobae, entre otros muchos medios que cubrieron la noticia.
No fue la primera vez que Das Neves afirmó que el tigrense era su candidato al sillón de Rivadavia. Muy pocas horas después de las elecciones de 2013, el 14 de agosto, por los micrófonos de Radio La Red de la ciudad de Buenos Aires, el cacique chusotista, se deshizo en elogios hacia el ganador de las legislativas bonaerenses, asegurando que “es la única persona que le puede ganar al actual esquema de poder”.
“Creo que Sergio hábilmente dio un paso adelante y dejó muchos metros atrás a otros dirigentes”, manifestó en aquella entrevista radial, dando muestra de su confianza y admiración por la por entonces joven promesa de la política nacional, a quien luego se abrazaría con entusiasmo.
El romance de Das Neves con Massa siguió viento en popa durante casi un año y medio, con varios viajes de ambos dirigentes por todo el país y tres visitas del tigrense a la provincia para sendos actos del ChuSoTo.
A medida que se consolidaba esta relación, las declaraciones de amor de Das Neves resultaban más elocuentes. “Se necesitaba un hombre como Massa que se pusiera al frente con coraje para terminar con la reelección. Venimos a decir basta de sarasa. El compromiso con todos los chubutenses es porque nos duele el sufrimiento y nosotros queremos sumarlos al futuro. Massa tuvo el coraje de los líderes para mostrar un camino de esperanza y respeta las autonomías provinciales; por eso estamos con él y va a ser el próximo presidente”, dijo el caudillo chusotista el 9 de agosto de 2014, mientras levantaba la mano de Massa en un acto en Dolavon, tal como da cuenta la revista La Tecla Patagonia, entre otros medios de alcance regional y nacional.
Pero todo tiene un final y, al parecer, Das Neves le pintó pajaritos en el aire a su compañero de ruta. Así se desprende de la insólita propuesta que hizo ayer durante la reunión de ChuSoTo, donde dijo que intentaría colgar sus aspiraciones a la gobernación a la boleta de Daniel Scioli.
Una confesión de debilidad política –reconocer anticipadamente la derrota de su elegido para la Presidencia- que sin embargo sus acólitos celebraron con entusiasmo, probablemente por temor a una represalia de su jefe si se animaban a expresar los innumerables interrogantes que surgen de una ingeniería electoral de esta índole. ¿Cómo harán los chusotistas para disfrazar ante la opinión pública este acto de trasvestismo político casi inédito? ¿Serán capaces de plasmar un acuerdo con el Frente para la Victoria que les permita formalizar esta idea?
Pero, aún cuando estas dos preguntas encuentren respuesta fácilmente, hay algo que debería inquietar mucho más a los seguidores de Mario Das Neves.
El Congreso Nacional del PJ ayer decidió encomendar la tarea de armar las alianzas y cerrar las listas del FpV a Carlos Zannini, “Wado” De Pedro y Jorge Landau. Se trata de kirchneristas de paladar negro, que sin duda representan la voluntad de Cristina Fernández de Kirchner de revisar nombre por nombre de quienes se presentarán a cargos nacionales, con la idea de retener una buena dosis de poder más allá de diciembre de 2015.
En este contexto, asoma como incierta la suerte de nombres como el del camionero Jorge Taboada, a quien Das Neves prometió varias veces llevar de candidato a diputado nacional por el ChuSoTo.
Se trata de un interrogante que debe sobrevolar las conversaciones del chusotismo. ¿Su jefe está dispuesto a entregar a su rebaño de la misma manera que hoy niega a Massa?
Las respuestas se irán develando en los próximos 30 días. Mientras tanto, solamente queda una frase girando por el aire: “Las ratas son las primeras en abandonar el barco”.