La policía reprimió una protesta espontánea que iba a reclamar alimentos al Palacio de Miraflores. Dejaron una decena de heridos y siete muertos.
Venezuela volvió a caer en un espiral de violencia a causa del desabastecimiento: en Caracas, cientos de personas salió a las calles para protestar después de ver cómo un grupo de militares se llevaba los alimentos que estaban esperando durante horas.
Los ciudadanos marcharon por la Avenida de las Fuerzas Armadas, una de las zonas más comerciales que usan los chavistas para sus marchas a favor de la revolución bolivariana, y buscaban llegar hasta el Palacio de Miraflores para exigir una solución a Nicolás Maduro, pero nunca lo lograron.
Las fuerzas armadas venezolanas reprimieron la protesta espontánea con gases lacrimógenos, balas de goma y la ayuda de grupos de choque del chavismo. El saldo: una decena de heridos y siete detenidos.
Con gritos de “queremos comida”, “tenemos hambre” y “estamos desesperados”, los manifestantes bloquearon el paso por la avenida y obstaculizaron el tránsito de los vehículos.
Daniel Aponte, jefe del gobierno del Distrito Capital, intentó mediar con los manifestantes, acompañado de un escolta que llevaba una pistola en la mano. Las personas le mostraban mangos y sardinas y le decían que eso era lo único que estaban comiendo.
Un periodista de El Universal contó que lo agredieron: “Me sacaron de la protesta a empujones e insultos. El celular se lo quedó un efectivo de la Guardia Bolivariana. Aunque intenté solventar el incidente, el señor Daniel Aponte me gritó que no le ‘daba la gana dar declaraciones’ y que me sacaran”, relató. El periodista luego fue golpeado por presuntos miembros de colectivos y funcionarios de seguridad.
Nexofin