La canciller Susana Malcorra señaló que la relación entre la Argentina y China -el segundo socio.
comercial del país, después de Brasil- incluyó el “replanteo” de un conjunto de aspectos, ya que “revisamos mucho de lo que se firmó” durante la anterior administración.
La canciller Susana Malcorra señaló que la relación entre la Argentina y China -el segundo socio comercial del país, después de Brasil- incluyó el “replanteo” de un conjunto de aspectos, ya que “revisamos mucho de lo que se firmó” durante la anterior administración.
Malcorra, al hablar en el encuentro organizado en Buenos Aires por la revista inglesa The Economist, afirmó que “el proyecto de las centrales hidráulicas (Jorge Cepernic y Néstor Krichner, en la provincia de Santa Cruz) está siendo revisado por completo para atender múltiples objeciones, entre ellas en el terreno ambiental”, con lo cual “se está terminando de realizar un proyecto nuevo, viable y sustentable”.
La ministra dijo que los acuerdos con China en torno de las próximas centrales nucleares “entran dentro de nuestras prioridades”, aunque “estamos reviendo en que términos y condiciones”.
Malcorra reveló, por otra parte, que se puso en revisión la base que China instaló en la Argentina, en la provincia de Neuquén, con objetivos presuntamente astronómicos y climáticos: “ajustamos ese acuerdo que tenía aprobación del Congreso para definir claramente que el objetivo va a ser absolutamente civil”.
La canciller se refirió también a la situación de Venezuela y aclaró que la Carta Democrática de la OEA prevé una supervisión para ver el cumplimiento de los principios básicos, “lo cual comenzó con la presidencia de la Argentina en el Consejo del organismo”, aunque aclaró que “eso requiere consensos que no están”, por lo que se busca avanzar desde Unasur.
De todos modos, definió Malcorra, “no hay solución que se pueda importar, la tienen que encontrar los venezolanos. No hay una solución milagrosa de un lado u otro”, remarcó.
Malcorra coincidió en la necesidad de que haya “mucha más fuerza, energía y presión para que el diálogo, que hoy está demorado, avance, hacia un cronograma electoral con supervisión de Unasur u otro mecanismo para los comicios comunales, de gobernadores y presidencial del año próximo”.