En un multitudinario acto, decenas de miles de personas exigieron con fuertes cantos paro general. Pero el triunvirato sigue sin ponerle fecha y sigue condicionándolo a que el Gobierno «rectifique su política».
Carlos Acuña comenzó su discurso envuelto en fuertes cantos que exigían «paro general», que desde el inicio le dieron la tónica al acto y movilización de la CGT, interrumpiendo reiteradas veces los discursos.
El primer miembro del triunvirato en hacer uso de la palabra, Acuña, comenzó felicitando a los trabajadores que le dicen «basta» al gobierno. Destacó que la CGT había acompañado ayer a los docentes en su lucha, pero omitiendo que no pararon en su apoyo. También señaló la adhesión de la CGT al acto por el Día Internacional de la Mujer y a la movilización de mañana.
Acuña destacó también el diálogo con Diputados y Senadores por los despidos, aumentos, suspensiones y reafirmó que en Diputados y Senadores consiguieron la Ley Antidespidos, pero que después fue vetada por Macri. Otra vez omitió en esta parte decir que la CGT dejó pasar el veto sin oponerle lucha, mientras cientos de miles de trabajadores eran despedidos. Más adelante, Acuña dijo que después Macri los convocó a la Mesa de diálogo, pero no se cumplieron los compromisos de no despedir.
Un fuerte canto exigiendo «paro general» interrumpió a Acuña en reiteradas ocasiones.
Como respuesta, Acuña resaltó que fueron muy «prudentes, dialogando», pero ahora la CGT «va a seguir la lucha en defensa de la industria nacional, en defensa de las Pymes, de los trabajadores desocupados, ocupados. Si el Gobierno no da respuesta, esta CGT le va a poner fecha a un paro nacional en marzo o en abril».
De este modo, hizo un discurso de conciliación con los empresarios que explotan a los trabajadores y en muchos casos piden una nueva devaluación que ataque el salario para proteger la «industria nacional», pero sus amenazas de paro general quedaron sin fecha concreta. Sigue dejando una puerta abierta para negociar con el Gobierno, a pesar del clamor de la multitud.
Juan Carlos Schmid también ratificó que irán a una medida de fuerza, pero también se retiró sin ponerle fecha concreta.
El último orador fue Héctor Daer, quien continuó el discurso en contra de las políticas económicas del Gobierno, en defensa de la industria y del trabajo. Ratificó que el Consejo Directivo de la CGT decidió un paro de 24 horas «si no hay rectificación». En el mejor furcio del discurso dijo que la medida será «antes de fin de año», perdón, de fin de mes.
El bloque de la izquierda y el sindicalismo combativo tuvo razón en movilizarse bajo las banderas de exigencia de un paro nacional, ante cúpulas sindicales que siguen la tregua con el Gobierno.
Al cierre de la movilización se produjeron incidentes en la desconcentración, entre distintos sectores de la burocracia sindical.
Izquierda Diario