El titular del gremio de la alimentación, Rodolfo Daer, señaló respecto a la matriz productiva del país que «si vamos a ser proveedores de materias primas, acá hay 5 ó 6 millones de personas de más».
A continuación, la transcripción de la entrevista con el gremialista.
Habla de la flexibilización como una política integral del mercado laboral, ¿Fue acorde la postura de la CGT al respecto?
La CGT es la única organización sólida que tiene el Gobierno de contraparte. Nosotros estamos en las antípodas de las políticas económicas y tenemos que convivir con esta realidad. Por ello la CGT aprobó el paro y la marcha al Ministerio de Industria, que nos sobrepasó.
¿Esperaban menos concurrencia?
Era inimaginable la cantidad de gente que había en esa marcha. Si lo hubiéramos esperado lo hubiésemos hecho en la 9 de Julio. El Gobierno dice que no hay plan B, entonces en octubre se va a debatir el futuro de la política económica.
¿Implica que la CGT no va a volver a parar hasta después de las elecciones?
No estoy diciendo eso. Digo que la CGT no es una fuerza política, que reivindicamos el diálogo y nuestra potestad de tomar las medidas que sean necesarias contra las políticas que afecten a la sociedad argentina.
¿Cuáles son los próximos pasos de la central obrera?
El 1° de junio tenemos una reunión del Consejo de la Producción donde vamos a exponer nuestro pensamiento en torno a la destrucción de empleo, el cierre de pymes, como están afectadas la industria textil, metalúrgica y comenzar a hablar de la Alimentación, porque empezamos a tener caramelos que vienen de China. En un período de caída de consumo, aparecen los productos importados.
¿Desde la CGT comparten los diagnósticos de crecimiento del empleo?
Hay un incremento del empleo, sobre todo en la obra pública. Pero lo que hay que discutir es cómo el campo es utilizado para orientar y modificar la matriz productiva del país. Si vamos a ser proveedores de materias primas, acá hay 5 o 6 millones de personas de más.
¿Cómo definiría la política industrial?
No hay, no existe. No tenemos una matriz. Al contrario, al abrir las importaciones nos están llevando a la destrucción de empleos y el cierre de establecimientos.
El presidente suele vincular a los dirigentes sindicales a las mafias y a la corrupción
La corrupción es algo transversal. Hay dirigentes buenos y malos, como los hay en todos los ámbitos. Si el Presidente sabe de algún mafioso debe hacer la denuncia en la justicia. No se puede generalizar.
¿Ves una campaña antisindical?
Si. Cuando el Presidente habla de mafias sindicales esconde un profundo sentimiento antisindical. Para muchos empresarios y para muchos políticos, el mejor sindicato es el que no existe. Y también es vinculante a los medios de comunicación. Se amplifica la deformación del pensamiento de algún dirigente sindical y se publica con letras chiquitas la corrupción, el vaciamiento o la especulación de la élite económica de nuestro país.