EL MAYOR COSTO NO SERÍA POR LA MANO DE OBRA, SINO POR LOS EXTRAS DE EMPRESAS DE SERVICIOS
Una marcada distorsión de costos encarece el puerto de Madryn y lo transforma en uno de los más caros del país, y no es el costo laboral de la mano de obra el que lo hace ‘no competitivo’, sino que al afinarse el lápiz, la ecuación demuestra que ese encarecimiento obedece también a los sobrecostos que termina aplicando la empresa de brinda el servicio en muelle.
La descarga de un pesquero se compone de tasas portuarias, apuntadores y el servicio de estiba. Sobre esto último, que es lo que nos ocupa, Patagonia Estibajes, Murchison y Loginter son las tres empresas de estibajes que le brindan servicio a la industria pesquera que opera desde el muelle Almirante Storni de Puerto Madryn. Y, es Patagonia Estibajes la que en términos prácticos termina siendo la ‘formadora de precios’ del puerto local, al concentrar el mayor volumen de operaciones a la industria pesquera.
Mano de obra
La mano de obra de las empresas Patagonia Estibajes, Murchison y Loginter para la descarga de los buques pesqueros es provista principalmente por la Cooperativa de Trabajo, Provisión de Servicios de Estibajes Puerto Madryn Limitada (Coop. TPSE), que dirige Enrique “Quique” Goyeneche, la cual se provee de empleados de la bolsa de trabajo que dispone el Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (SUPA) que tiene como mandamás al dirigente Ricardo Franco.
El reparto
Cuando la empresa de estibajes Socia de Omar “Cura” Segundo se “vendió”, los “negocios” bifurcaron y fueron absorbidos por dos empresas pero finamente vinculadas a un mismo grupo: Ruta 40 SRL y Patagonia Estibajes. La primera razón social figura como actividad principal de servicios de manipulación de carga en el ámbito portuario y tiene actualmente el control de la estiba de Aluar, mientras que la otra sociedad brinda servicios de apoyo para la pesca en fresco y congelado, y además servicios complementarios para el transporte marítimo que incluye explotación de servicios de terminales como puertos y muelles.
Franco Finiguerra y Raúl Pérez siguen siendo las “caras visibles” de Patagonia Estibajes S.A., mientras que en la empresa Ruta 40 S.R.L., propiedad de Pérez donde figuran oficialmente como socios accionistas su esposa y su hijo Diego (según BO 12401 del 16/03/2016), se habrían incorporado como operadores no estatutarios, los empresarios Jorge Aidar Bestene y Walter García Moreno, tal los testimonios de algunos proveedores y vínculos cercanos.
Caso testigo, el calamar
Volviendo a los sobrecostos que tiene para cualquier buque pesquero que quiera operar sus descargas en el muelle Storni, si se los compara con otro puerto como el de Mar del Plata, por ejemplo, ese mayor costo que le quita competitividad al puerto madrynense es el servicio de estibajes. Vale decir que las tarifas portuarias de uso de puerto se han actualizado, pero siguen siendo comparativamente más bajas que en otros puertos del país.
En Puerto Madryn, en la temporada del calamar que finalizó en mayo/junio, y considerando valores finales por todo concepto, sobre la base de desembarcar un buque de aproximadamente 700 toneladas de calamar, el precio fue de aproximadamente2.000 pesos la tonelada, de los cuales la mano de obra de los estibadores de la Cooperativa de Estibajes Puerto Madryn Ltda. corresponde aproximadamente 1.200 pesos, mientras que los restantes 800 pesos, es lo que se lleva la empresa que brinda el servicio de estiba, quienes aducen que ese es el costo que tienen para amortizar sus grúas, camiones, equipos, costo financiero e impuestos. Ese valor incluye la descarga del buque, clasificación del producto en tierra, carga de víveres e insumos y la puesta de los productos sobre camión y/o contenedor al costado del buque.
A eso se debe adicionar el costo de los apuntadores que alcanzaba a 12.000 / 15.000 pesos por turno en una operación de esta naturaleza
Mientras por el mismo servicio en Mar del Plata que incluía todos los conceptos, la tonelada de descarga no superaba los1.550 pesos.
Si bien, en Mar del Plata la mano de obra puede ser relativamente más barata por trabajo precarizado o empleo en negro, el sobrecosto que tiene la estiba de Puerto Madryn no es solo por lo que se lleva el obrero, sino que casi el 50 por ciento de ese sobrecosto es la “rentabilidad” que embolsa la empresa de estibaje.
Mercado cautivo
En cuanto al langostino, en la actualidad descargar un buque congelador tiene un costo aproximado a los 2.500 pesos por tonelada, a lo que debe añadírsele otros 90.000 pesos por carga de víveres e insumos, más 34.000 pesos para llenar los contenedores en plazoleta fiscal, para el caso de los barcos que llegan y consolidan en puerto.
Esto significa que un buque de aproximadamente 100 toneladas pagaría en este puerto en concepto de estiba la suma de 250.000 pesos por descarga, más 90.000 pesos por carga de víveres e insumos (alistamiento), más 68.000 pesos por consolidar cuatros contenedores, más 30.000 pesos en concepto de costo de apuntadores. Esta sumatoria arroja un total de 438.000 pesos, aproximadamente, para un buque que llega al Storni y consolida en el lugar. El costo es menor para quien descarga y traslada la mercadería congelada a sus plantas para consolidar contenedores en sus fábricas.
Esta misma operación en Mar del Plata tendría el costo de $ 220.000 en concepto de descarga, más 20.000 pesos por carga de víveres e insumos y cero pesos por llenar contenedores y 1800 pesos por apuntadores, es decir un total de 242.000 pesos. Una diferencia de casi el 80% entre ambos puertos.
El mínimo de 100 toneladas
El encarecimiento de costos también obedece en razón que de una “descarga de congelado” en un servicio de descarga sin clasificar con grúa y autoelevador incluido, la empresa de estibaje y el estibador aplican una ‘facturación mínima’ por 100 toneladas. Es decir, un buque puede llegar con 50 toneladas, pero en Madryn debe pagar el servicio como si desembarcara 100 toneladas de productos.
Este sistema lejos de alentar la llegada de más buques a descargar a Chubut, hace que prefieran gastar más combustible, perder más días de navegación, y así y todo es más barajo ir hasta Mar del Plata a descargar, a pesar que los congeladores estén al sur del paralelo 42°.
Los barcos fresqueros langostineros que pescan en aguas nacionales, literalmente parecen huir de Puerto Madryn y realizan sus descargas en el puerto de Camarones para trasladar luego sus cargas de producto fresco para procesar en Rawson, Trelew e inclusive en Puerto Madryn (distante a 180 kms), a tal punto que, debido a esto, esa ciudad ha tenido un impulso importantísimo en la temporada del langostino.
Otra distorsión
La imposición sindical de contratar apuntadores en las operaciones del Muelle Storni, es algo que escapa a la lógica. Los costos por cada apuntador hoy superan los 5000 pesos por turnos de seis horas cuando en realidad en muchas, o casi todas las operaciones portuarias, la presencia del apuntador es innecesaria porque no es exigencia de ningún organismo oficial, ni tampoco es requerido por aquellas empresas que cuentan con personal propio mensualizado, para realizar esas tareas de control en las descargas o cargas de sus productos. Además el verdadero control de las descargas y cargas lo realizan los funcionarios aduaneros, porque es propio e inherente a sus funciones. Es decir, el Sindicato de Apuntadores impone la presencia de estos en cada operación sin que sean necesario (por el invento de alguna vieja norma totalmente obsoleta y con visos de ilegalidad) y los costos de esto deriva en valores extremadamente altos, muy superiores a otros puertos de la Argentina.
Porqué se dan todos estos temas en el manejo de las mercancías en Madryn siendo que perjudican la comercialización y la actividad incluso de los grupos involucrados?, es un tema para otro análisis.