“Maldita madrugada, y yo que me creía Steve McQueen…”
Cuenta una canción del español Joaquín Sabina en un tema denominado “Medias negras”, que trata la penuria infeliz de la noche y madrugada de un hombre que vivió una historia similar a la protagonizada en la madrugada de ayer por Emanuel, un joven trabajador petrolero de 24 años que según denunciaría luego ante fuentes policiales, la noche del sábado fue a cenar a un determinado lugar y luego, ya en horas de la madrugada de ayer, recaló en un conocido pub céntrico donde conoció a una esbelta mujer con la cual compartió charla agradable y algunos tragos.
En un momento dado llegó la propuesta deseada: salir del boliche e irse a un lugar donde puedan estar solos y pasar un buen momento íntimo.
Según denunciaría el joven, la invitó a su ocasional compañera a irse juntos a un hotel o albergue transitorio, pero ella le preguntó si vivía solo; “entonces vamos a tu casa, la vamos a pasar mejor y no vamos a estar dependiendo del tiempo como en un albergue…” y el joven aceptó gustoso.
“Así que fuimos hasta mi casa -«que es el polo» le advertí-.
A bordo del Toyota color champagne con vidrios polarizados que el joven petrolero había adquirido apenas 10 días atrás, llegaron a eso de las 8 de la mañana hasta su casa sobre el comienzo de la avenida Alsina.
Descendieron, ingresaron al departamento, tal vez el anfitrión puso alguna música acorde al momento y de la heladera sacó una botella de cerveza y en dos vasos sirvió el líquido espumante.
Y algo de eso sucedió con Emanuel que despertó ayer, a eso de las 2 de la tarde.
Llamó a la policía y le informó que apenas habría tomado un vaso y medio de cerveza y que se había dormido profundamente: cuando despertó faltaba su billetera con dinero, tarjetas y documentos personales, además de su computadora y una Play 4 con varios y costosos juegos, entre otras cosas.
Tampoco se encontraba en su lugar de estacionamiento su Toyota Corolla con vidrios polarizados de cuya patente recordaba solo tres números: 023, no recordando el resto ni las letras ya que lo había comprado recientemente.
La denuncia la radicó en la Seccional Segunda que informó del acontecimiento a la Brigada de Investigaciones.
La mujer estaría identificada, tendría residencia en un barrio de la zona oeste de la ciudad, aunque hasta anoche aún no había novedades de su paradero ni rastros del automóvil sustraído.
Diario Cronica.